En el invierno estamos más vulnerables a los resfríos y a las gripes, pero con una alimentación saludable podemos reforzar nuestras defensas y disminuir los síntomas, si ya estamos enfermos.
El resfriado es una enfermedad que se contagia fácilmente, y su transmisión se produce por el contacto con las secreciones portadoras de los virus. Por lo general para estos casos, los antibióticos no son el medicamento correcto, y con una dieta suave, a base de alimentos nutritivos y reconfortantes, podés ayudar a combatir el malestar y la pérdida de apetito que puede presentarse.