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Sáb, Abr

Crece la demanda de tratamientos de estética

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 Las consultas en los centros de medicina estética aumentan considerablemente, ya que ofrecen tratamientos mínimamente invasivos, de rápida recuperación, y en forma progresiva.

 

 

Por lo pragmático de someterse a tratamientos ambulatorios sin que eso implique resignar actividades, cada vez más personas optan por las prácticas mínimamente invasivas: lo que más requieren los pacientes es lucir un cuerpo sin exceso de peso, celulitis y flaccidez.

 

Las prácticas más demandadas son:

 

Mesoterapia

La mesoterapia o intradermoterapia es una de las prácticas con mayores resultados en lo que se refiere a los tres campos de acción que se solicitan en esta época del año, como son la celulitis, la flaccidez y la adiposidad localizada.

 

La técnica consiste en la aplicación de sustancias tensoras, activadoras de la circulación, quemadoras de grasas, etc para tratar problemas específicos.

 

Es el arte médico el que determina qué productos inyectar para tratar cada caso en particular. Por eso, es de suma importancia, una exhaustiva revisación de la paciente, conocer las causas del problema, como por ejemplo la toma de anticonceptivos orales, el tipo de alimentación y la frecuencia de actividad física, y también el factor genético, sobre todo para prevenir la aparición de la patología o evitar que ésta siga avanzando.

 

El tratamiento es ambulatorio, hoy se cuenta con medicamentos de última generación, en los que se nota  el resultado desde la primera sesión. A su vez, es un procedimiento continuo, que también depende del esfuerzo que haga la persona en cuidar su dieta y en tratar de realizar algún tipo de actividad física, sobre todo aeróbica, en el caso de necesidad de bajar de peso y anaeróbica, en el caso de tener flaccidez.

 

Carboxiterapia

Es el método más rápido y de excelencia para el tratamiento de celulitis, flaccidez y sobrepeso. La técnica consiste en la inyección de gas carbónico, el cual provoca aumento del flujo sanguíneo, estimulación del colágeno -sobre todo del tipo tres- y la dilución de la grasa al momento de la aplicación.

 

Es ambulatorio y los resultados se notan desde la primera aplicación sobre todo en celulitis.

 

Ultracavitación

Se utiliza un equipo de ultrasonido que trabaja de manera muy específica sobre el tejido adiposo. Sus ondas de ultrasonidos hacen que las células grasas se muevan con una rapidez extrema y se produzca el proceso de vacuolización de la célula adiposa, esto trae como consecuencia la ruptura de la membrana de la célula grasa y la consecuente eliminación por orina.

 

Desde la primera sesión el paciente puede llegar a reducir hasta 3 centímetros por área a tratar.

 

Radiofrecuencia

Se usa principalmente para flaccidez. Los equipos de radiofrecuencia médica constan de varios programas, entre ellos se encuentra no sólo la función de aumentar la producción de colágeno y elastina con el consecuente efecto lifting en la piel, sino también al provocar un aumento de temperatura, se genera lipólisis, es decir ruptura de tejido adiposo.

 

Plasma rico en factores de crecimiento

Es la vedette en el tratamiento tanto de celulitis como de flaccidez.

 

A partir de la propia sangre de la paciente, se procede a separar el plasma y luego de un proceso de activación se aplica por diferentes técnicas, una de ellas es el relleno de las depresiones cutáneas que conocemos como piel de naranja. Los resultados se empiezan a ver a los 15 días.

 

Una cualidad que no debe faltar a la hora de encarar estas prácticas es la constancia. No se debe esperar a los meses de calor para mejorar aquello que no nos gusta de nuestro cuerpo, sino que es necesario tratarlo durante todo el año.

 

Los tratamientos se suelen complementar con otro tipo de aparatología médico-kinésica, como lo son los contractores con sus distintas ondas de actividad dependiendo de la necesidad de cada paciente. Es muy importante remarcar que esto sólo lo pueden realizar médicos ya que no son prácticas cosmetológicas