El cuidado odontológico es muy importante y las deportistas deberían realizar consultas con mayor frecuencia para evitar recurrir en casos agudos que puedan perjudicarles un entrenamiento o competencia.
La odontología deportiva tiene dos funciones muy diferenciadas, la prevención de las lesiones y el tratamiento de las que ya salieron a luz.
El principal objetivo es la prevención, para lo cual el examen clínico bucal de cada deportista es esencial para detectar caries, su correspondiente tratamiento y evaluación de la salud gingival, es decir, de las encías. También para evitar enfermedades periodentales, en distintos estadios, como la hemorragia gingival, inflamación de las encías, presencia de abscesos, mal posiciones dentarias y maloclusiones, ya que un trauma facial de una jugadora con protusión de mandíbula, está más propensa a lesiones, al igual que la que tiene enfermedades de encías, ya que tiene menos soporte ante un impacto.
El protector bucal debe usarse de manera obligatoria en deportes de contacto como el rugby, boxeo, hockey, artes marciales, entre otros. Actualmente algunas personas lo utilizan en el ciclismo, el fútbol y el ski acuático.
Se calcula que la tercera parte de los traumatismos deportivos son en la cara. Si se pierden dientes se podrán re injertar, para eso, la pieza debe colocarse en solución adecuada e ir de urgencia a un centro odontológico.
No tener los controles adecuados puede llevar a que la deportista presente menor rendimiento, ya que las molestias ante una situación, como dolor, fiebre e insomnio, produce malestar e incomodidad, lo que lleva a que los sentidos no estén puestos por completo en la actividad deportiva.
Por lo tanto, se debe concientizar la importancia de relacionar la medicina general con la salud bucal. El odontólogo debe actuar en equipo con los otros profesionales de la salud.
La prevención temprana de enfermedades dentarias y peribucales, es fundamental para una preparación futura.