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Mar, Abr

Vértigo, mareos y problemas cervicales

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Los mareos y el vértigo son problemas que pueden tener su origen en las cervicales, y la quiropráctica se ocupa de evaluar la función de la zona cervical con el fin de dar una solución definitiva a esos malestares.

 

        

Los receptores de posición y orientación del cuerpo están en la zona cervical y en los núcleos de tejido nervioso de la cabeza. Es por eso que la sensación de mareo y vértigo puede ser producida por fallos de las cervicales que afectan el sistema nervioso; puede estar generada por factores ambientales, nutricionales, inseguridad, embotamiento, musculatura de la cabeza y oídos tapados. Las causas denominadas centrales, como hemorragias intracraneales, hidrocefalia y lesión del lóbulo frontal son más complejas pero pueden dar también este efecto.

 

Los fallos mecánicos de la columna son los factores principales que contribuyen a la degeneración y están estrechamente asociados a la pérdida de masa ósea. El quiropráctico se ocupa de detectar y corregir todo esto, así como las tensiones de la musculatura del cuello y de los hombros.

 

Cuando hablamos de los factores desencadenantes de esta condición no podemos dejar de mencionar los factores emocionales, ya que llevar una vida emocionalmente inestable, o pasar por períodos de esta índole, constituyen factores negativos. El estrés, la ira, la depresión y la ansiedad lejos de ser reprimidos como terapéutica, deben ser entendidos, en primera instancia, para poder ser efectivos en su resolución. Un sistema nervioso que funcione mal, colabora de manera notable a aumentar las sensaciones desagradables, por ello es que recibir el cuidado quiropráctico puede mejorar el funcionamiento neurológico y así incidir notablemente a disminuir los factores de tensión que emocionalmente nos desestabilizan.

 

A partir de un correcto diagnóstico en primera instancia, la quiropraxia puede ofrecer un cuidado recuperador en las formas de la columna, eliminando sus tensiones que podrían generar malestar en la paciente.

 

El ajuste preciso sobre la vértebra subluxada puede descomprimir la presión sobre el nervio y así determinar un factor de relajación producto del buen funcionamiento nervioso. Los músculos, ligamentos y tendones se relajan y así la circulación se hace continua sin obstrucciones circulatorias ni neurólogicas.