07
Sáb, Dic

Drenaje linfático manual

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El drenaje linfático manual es un tratamiento médico y estético que se realiza para restituir al cuerpo su salud y estética afectadas. Por medio de la estimulación, al imitar los movimientos de la circulación de la linfa, se auxilia al sistema linfático para que tenga un mejor rendimiento en el organismo y brinde bienestar y un buen funcionamiento de los órganos del cuerpo. 

Si bien esta técnica de activación manual es un método que utiliza los masajes como medio para sanar, no son los típicos masajes corporales. En este caso se realizan en la zona a tratar, movimientos suaves, lentos y ascendentes que cumplen la función de drenar la linfa estancada, de desplazarla hacia regiones linfáticas sanas.

La linfa es un líquido incoloro que contiene vasos linfáticos, forman en su conjunto el sistema linfático vascular que resulta básico para la supervivencia y salud del cuerpo humano. Este sistema está formado por una serie de órganos y un sistema tubular, vasos linfáticos, con estructuras y funciones bien diferenciadas. En los órganos linfáticos (que son la médula ósea, el timo, el bazo, las amígdalas y los ganglios linfáticos) se forman células llamadas linfocitos que desempeñan un papel fundamental en los mecanismos defensivos de nuestro organismo.  

Los vasos linfáticos permiten que el líquido acumulado salga fácilmente, pero cuando este procedimiento no se realiza con autonomía, se utiliza este método para activar los canales y dichos vasos hacia los ganglios linfáticos regionales. Pasa el excedente hacia el sistema circulatorio venoso y luego a los riñones para posteriormente, ser eliminado por la orina. Así se reducen los excesos de la linfa y las toxinas del cuerpo y se favorece la nutrición de los tejidos. 

Esta técnica fue descubierta en la década de 1930, por el matrimonio de fisioterapeutas danés Vodder, quienes recibían pacientes de Inglaterra con problemas en las vías respiratorias superiores. Al sentir los ganglios linfáticos en ellos, se dieron cuenta que al masajearlos suavemente mejoraban el estado. Entonces comenzaron a estudiarlo en profundidad, así nació el drenaje linfático manual para diferentes tratamientos médicos y estéticos. 

Es una terapia de apoyo y se emplea para el acné, la celulitis, todo tipo de edemas, várices, piernas cansadas, enfermedades crónicas de las vías respiratorias como rinitis, sinusitis, faringitis y amigdalitis; artritis, artrosis, tendinitis, linfedemas, elefantiasis, nervios, ansiedad, úlceras y hematomas. 

Los beneficios del drenaje linfático en la estética son excelentes. Previene la celulitis porque evita la acumulación de las toxinas que arruinan el estado del tejido adiposo; mejora la circulación; perfecciona las secuelas de las quemaduras y todo tipo de perturbaciones del cutis como la rosácea, eczemas, acné y cicatrices anormales; apacigua la sensación de piernas pesadas y cansadas; impide la formación de estrías; perfecciona la piel haciéndola lucir renovada; ayuda a adelgazar y rejuvenece el aspecto del cuerpo en su totalidad. Además relaja, seda y sirve para combatir el estrés; alivia estreñimientos y dolores articulares, esguinces y migrañas.  

En determinadas ocasiones, cuando se realizan cirugías estéticas se acude al drenaje linfático manual para preparar el retorno de fluidos y así, depurar y descongestionar la zona afectada.  

Como la vía linfática es un paso posible de propagación de cualquier infección, es riesgoso drenar manualmente en determinados casos, por eso antes de optar por esta técnica, debés consultar a un especialista en el área. Está contraindicado cuando se sufre de hipotensión arterial, tiroidopatías, algias pélvicas, enfermedades autoinmunoalérgicas como la artritis reumatoidea y el lupus, asma bronquial, inflamaciones agudas, desnutrición, cáncer, heridas infectadas, flebitis, trombosis, gripes, bronquitis, insuficiencia cardíaca descompensada, hipertiroidismo, resfríos, otitis y trastornos del bajo vientre. 

Las sesiones duran entre 45 minutos a una hora, el especialista debe previamente efectuar un diagnóstico profundo del paciente para asegurarse de realizar el tratamiento de la manera adecuada y conseguir que el paciente recupere la salud y/o estética esperada. El drenaje linfático manual te descongestiona, te oxigena y te desintoxica haciéndote sentir como nueva.