26
Vie, Abr

Aprender a respirar

Typography

Respiramos cuando venimos a este mundo y dejamos de hacerlo cuando nos vamos. La respiración está presente en cada uno de nuestros actos y a veces podemos no llegar a dimensionar el valor que la buena respiración tiene para nosotros. Al margen que es un acto automático, indispensable para nuestros diferentes procesos fisiológicos, es una manifestación de la inevitable condición humana.

 

Cuando hablamos de respiración podemos aludir al proceso fisiológico de intercambio de gases, oxígeno, dióxido de carbono, que mantiene nuestra vitalidad, y su aumento o disminución nos dispondrá nuestra calidad de vida. Pero, además, los procesos mentales y las emociones, influyen notablemente en condicionar el tipo de respiración que manifestaremos.

Nuestro sistema nervioso es un gran motor propulsor, inhibidor de todas nuestras funciones, nada puede estar en óptimas condiciones sino existe un correcto feed back neurológico. Por ello, debemos evitar toda posibilidad de enlentecer o disminuir la capacidad innata que tiene nuestro cuerpo, a través del sistema nervioso, de permitir que nuestras funciones lleven el máximo grado de expresión.

Analizando la columna vertebral podemos encontrar gran parte de estos condicionantes que limitan la natural expresión del cuerpo. Nuestra columna, nuestras vértebras, envuelven el sistema nervioso y deben hacerlo sin generar presiones sobre él.

Si nos caemos o golpeamos, podemos generar pequeños desplazamientos que pueden comprimir la raíz nerviosa y generar que el nervio no pueda funcionar al máximo de su potencial, lo que hará disminuir nuestra vitalidad. Esta situación se llama subluxación vertebral, y si los nervios, que van hacia nuestros pulmones, no funcionan adecuadamente, se producirá una alteración en toda la mecánica respiratoria, por lo que descansaremos poco y mal.

Pero también el estar expuestos a una dieta no adecuada, nos generará todo un trabajo estresante a nivel químico, que nos dará una sobrecarga y determinará una tensión corporal que influirá notablemente en nuestra capacidad respiratoria.

También estamos expuestos a situaciones de tensión emocional diariamente que influyen en nuestra capacidad respiratoria. Los enojos y las preocupaciones nos agobian y nos tensionan mecánicamente, impidiendo una correcta ventilación respiratoria.

El alineamiento de la columna vertebral mejora nuestro desempeño general, porque es el sistema nervioso el que controla cada una de nuestras funciones.

Es importante comprender que podemos realizar diferentes terapias tendientes a mejorar nuestra función respiratoria, pero primeramente la estrategia se deberá basar en entender la globalidad de nuestro problema, ver al ser, a la persona, en todo su contexto familiar, histórico, personal, y así, puesto en situación de cómo uno se encuentra, hay que disponerse a cuidarse, no solo física sino también emocionalmente.

Esos problemas, en gran parte, fueron los que desencadenaron la situación en la que hoy nos encontramos, entonces el cambio no debe ser de otro para con nosotros, debe ser nuestro, así tendremos la posibilidad de disponernos diferentes ante todas las vicisitudes que pasamos, porque sabremos darles a nuestras situaciones tensionantes de la vida, el justo y verdadero valor.

Uno de los factores fundamentales es que los desalineamientos vertebrales, pueden provocar alguna deformidad en la columna causando algunos trastornos como modificaciones en el trabajo cardio respiratorio y una escoliosis que genera que un pulmón pueda ventilar menos que el otro.

Cuando padecemos una alteración de la forma de la espina, también debemos entender que su funcionabilidad  se va a ver afectada. Lo que hace la Quiropraxia es retornarle su flexibilidad y movilidad, modificando la biomecánica estructural. Porque al descomprimir la presión sobre el nervio  la comunicación cerebro cuerpo y cuerpo cerebro se realiza sin obstrucciones, revitalizando al organismo y brindándole la capacidad natural de que recupere sus funciones habituales.