División de amigas

Typography

 Cada vez que se separa una pareja, se inicia una nueva etapa: la división de bienes, muebles e inmuebles; devolución o quema de regalos  y ver con quién se queda el gato o el perro. Pero entre la repartija, también caen en la volteada los amigos. Los  que tienen en común y los que se hicieron comunes con el tiempo. Las preguntas surgen inevitablemente: ¿quién se queda con los amigos de la pareja? y ¿Qué hacen los amigos con ellos después de la separación?

Se realiza el respectivo reclamo a las amigas con justa razón, más aún cuando las conocemos desde la infancia o adolescencia. Ahí es cuando creemos que no hay chance de que nuestra gran amiga quiera seguir viendo a nuestro ex, ¿para qué? ¿con qué fin? ¿qué le encuentra de interesante a semejante nabo?

Nos respondemos que es imposible que ella nos meta los cuernos viéndolo a él también, a quien, para nosotras, era su amigo hasta que nos peleamos. Pero no pensamos que ella se siente en el medio y que no sabe cómo actuar porque nos quiere a ambos y por eso piensa en cómo ayudarnos para que nos arreglemos o bien, para que no nos terminemos de odiar.

Damos por sentado que ella va a catalogar a nuestro ex como su ex amigo por lo tanto no vamos a aceptar excepciones a la regla ni aceptaciones de nada que contradiga esta postura; porque entre amigas nos debemos lealtad… ¿o no? No importa quién tenga razón en la pareja, ella tiene que estar de nuestro lado, siempre.

Pero el tiempo nos dirá que no tiene nada que ver nuestra relación con la que ella pueda tener con nuestro ex, que es lógico que sientan afecto y que tal vez continúen viéndose. Y si eso ocurre, debemos entender que no por eso dejan de querernos.

No le generemos presiones, confiemos en su accionar, pensemos que no va a hacer ni decir nada en nuestra contra y que no vamos a perder su amistad por más que la división de amigas no haya sido 100% para nosotras, como hubiera querido nuestro orgullo.