La mujer siempre está pendiente del vello de su cuerpo y más en pleno verano cuando es mayor la exposición y necesita de una depilación intensa. La frecuencia entre cada una de ellas depende del método que se utilice y del crecimiento del pelo.
Como hay que estar bien depilada si no tenés tiempo suficiente para dedicarte a esta tediosa tarea, o te molesta esperar que crezca el vello para quitarlos bien, la mejor forma es el procedimiento de fotodepilación con Luz Pulsada Intensa. Tratamiento médico y estético que en pocas sesiones te hace ganar mucho tiempo para vos y sentirte espléndida todo el año, sin sufrir dolores ni invasiones en tu cuerpo.
La fotodepilación, (foto proviene de luz), es un sistema de depilación altamente prolongado que puede utilizar aparatos de luz pulsada intensa. Esta luz tiene longitudes variadas de onda, es policromática y la función que tiene es de esparcirse para embestir a los folículos pilosos que están debajo de la piel y luego convertirse en calor dentro del pelo. Cuando la temperatura es elevada se dañan las estructuras del vello y, sin consecuencias colaterales, le impide que vuelva a crecer.
Con la luz pulsada intensa se pueden tratar varias zonas del cuerpo al mismo tiempo con buenos resultados en casi su totalidad. Es seguro, rápido y no genera molestias posteriores. Las actividades cotidianas pueden iniciarse de inmediato, sólo se debe poner protector solar en la zona para evitar el traspaso de los rayos UV que pueden manchar la piel, y cremas hidratantes con aloe vera. Los únicos efectos secundarios que pueden presentarse son manchas y zonas rojizas, que en pocas horas desaparecen, dejando la piel suave y renovada.
También hay que considerar este sistema como una buena opción para dejar atrás los pelos encarnados y para mejorar el estado de la piel debido a que se renueva el colágeno en la zona, se incrementa la producción de elastina y se regeneran las células.
Si bien este mecanismo funciona para diferentes tipos de piel, logra más eficacia en pieles blancas porque son las que absorben más energía, y cuando los pelos son más oscuros y duros, porque tienen respuesta a la luz aplicada en un menor tiempo debido a su mayor poder de absorción.
La cantidad de sesiones varía entre 5 y 8, según el área a tratar, el tipo de vello, de la frecuencia de su crecimiento y de la energía de luz que soporte la piel. Esto también va a llevar al especialista a realizar estudios previos para aplicar la intensidad de luz adecuada y obtener un mejor y prolongado resultado del tratamiento.
Días previos a comenzar con este método no hay que tomar sol (así se evitan las manchas), ni usar productos que provoquen irritación, y hay que depilarse sólo con maquinita o cremas, para no quitar los pelos de raíz. Si la fotodepilación se realizara en el rostro ese mismo día no hay que usar maquillaje.
Se puede utilizar en cualquier zona del cuerpo, en hombres y en mujeres adultos. No se pueden realizar este tipo de tratamiento las mujeres embarazadas o que estén en período de lactancia, los enfermos de epilepsia o diabetes, los que tienen herpes simple, infecciones y fiebre.
Entre cada sesión pueden aparecer pelos pero son los que estaban en período de crecimiento cuando se trabajó la zona anteriormente, por eso para que el resultado sea efectivo debe realizarse el tratamiento cuando están en la primera fase del desarrollo.
De todos modos hay que dejar en claro que si bien se la llama depilación definitiva es más acorde anunciar que nada es 100% seguro. Sí podemos decir que tiene excelentes resultados, y que si a largo plazo, llegaran a aparecer los tan odiados pelitos, éstos van a estar más debilitados y menos pigmentados, dándonos la posibilidad de lucir las piernas suaves y hermosas ante hombres que van a tener que confirmar que la mujer no tiene ni un pelo de zonza.