08
Dom, Dic

Cuidados y alertas con el golpe de calor

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El  golpe de calor  es una situación  de urgencia médica dada por la elevación de la temperatura corporal por encima de lo normal, pudiendo producir graves daños a muchos órganos, en especial el cerebro y el riñón.

Se produce cuando la regulación de la temperatura corporal es incapaz de disipar la acumulación de calor a través de la piel, pudiendo alcanzar, en el caso de deportistas, hasta 42ª- 43º grados centígrados.

Se produce ante la exposición de altas temperaturas y potenciado con el grado de humedad ambiental.

 

Es una emergencia, porque puede alterar el funcionamiento de todo el cuerpo y va acompañado de fiebre. Siendo detectado a tiempo se recupera sin secuelas, de ahí la importancia de la detección rápida, evitando así su curso fatal.

En el caso de deportistas el rol de la hidratación y nutrición es fundamental, en el primero de los casos en el cual debe ser, antes durante y después de la actividad deportiva.

 
Tienen más predisposición las personas obesas, mal nutridas, mal hidratados y los niños. Por su parte, hay algunos deportes en los que es más frecuente, como en el fútbol, en las maratones o triatlones, donde muchas veces se desarrollan actividades en horas no recomendables.

Los niños sufren en mayor medida el golpe de calor por tener menor superficie de piel que es el medio para perder calor y en el caso de los adultos mayores por tener menor volumen de sangre y dificultad en la regulación térmica.

Sistemas de alerta:

Los alertas son emitidos por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) e indican en porcentaje la probabilidad de la mortalidad diaria en la población de riesgo.
 
Alerta verde: no hay riesgos de mortalidad

Alerta amarillo: aumenta la temperatura y el riesgo de mortalidad es leve-moderado (10% Y 30%).

Alerta naranja: el riesgo de mortalidad es moderado-alto (30% Y 60%).

Alerta rojo: el riesgo es alto-extremo y la probabilidad de la mortalidad diaria es más del 60%.

Factores predisponentes del Golpe de Calor:

El golpe de calor es un peligro que acecha en el verano, especialmente en horas picos al aire libre (11.00 hs a 17.00 hs.), en ambientes calurosos, realizando ejercicios extenuantes, con mal entrenamiento, con ropa que impide adecuada evaporación corporal, hidratación inadecuada y falta de adaptación al calor.

En el caso de los obesos, además de ser más propensos, el tejido adiposo hace que aumente la producción de calor.


También debemos considerar a personas mal alimentadas, portadoras de enfermedades crónicas (Insuficiencia Renal, Diabetes, Hipertensión Arterial, etc.). Es importante el control de los medicamentos en especial los hipotensores, como diuréticos que producen pérdidas de electrolitos como potasio, sodio y favorecen la aparición de Arritmias Cardíacas.

En el caso de determinadas drogas como la cocaína, anfetaminas, efedrina, antihistamínicos, antiespasmódicos (impiden el sudor), antigripales y hormona tiroidea.

Síntomas y signos:

Desorientación, confusión, irritabilidad, apatía, inestabilidad emocional, mareos, convulsiones, falta de coordinación, desmayo y coma, pudiendo llegar a la muerte. Piel seca, caliente y roja, se puede presentar vómitos, cefalea, pulso débil, hipotensión arterial, llegando en algunos casos al daño renal y hepático.

Estado crítico del golpe de calor:

Cuando una persona llega a tener temperatura elevada, las células del cerebro comienzan a morir, por lo tanto enfriar es la clave del tratamiento.

La temperatura rectal es la medición más exacta, aunque puede tomarse en otros lugares.

Para enfriar, usar una bañera con agua fría, paños fríos o hielo, suelen bajar la temperatura a cifras de 38º-39º, en 15 a 20 minutos, luego envolver en una toalla y derivar a un centro asistencial.

Se deben evaluar los signos vitales, el estado neurológico y controlar la temperatura.
 
Profilaxis ante las altas temperaturas:

La hidratación oral es fundamental. Las personas adultas con control médico deben beber más de 2,5 litros de agua, jugos, infusiones, yogur, gelatina o gaseosas por día. En bebés se aconseja leche materna en lo posible.

Además hay que estar en lugares frescos y ventilados.

Hidratación antes, durante y después de la competencia en deportistas.

Mantenerse hidratados durante el día.

Evitar el exceso de alcohol y bebidas azucaradas y las comidas con contenido graso, como las salchichas, hamburguesas, mayonesa, o frituras.

Es recomendable una dieta mixta con predominio de verduras, cereales, frutas, carnes magras, etc.

No realizar actividad física o trámites no urgentes en las horas picos de calor.

Usar ropa liviana aireada, absorbente y clara.

Usar gorra, anteojos para sol y protector solar.

Ante la presencia de cefaleas, fiebre, decaimiento, etc. consultar rápidamente al médico.

En pacientes cardíacos en especial que toman medicación para bajar la presión arterial, consultar al cardiólogo, en especial si toman diuréticos.