Como es sabido, el cáncer es un conjunto de enfermedades complejas que pueden presentarse en cualquier órgano o tejido. Durante el proceso de gestación de la enfermedad las células sanas se transforman en células malignas.
Estos delicados mecanismos biológicos son regulados por receptores ubicados en las membranas celulares que son, cada vez más, motivo de estudio por considerarse la clave para desentrañar la posibilidad de controlar a estas células malignas.
La inmunoterapia constituye un conjunto de estrategias destinadas a actuar sobre el sistema inmune. Trabaja de dos maneras: estimulándolo cuando no responde adecuadamente al ataque de agentes externos que son agresivos para el organismo -como virus, bacterias, células alteradas o malignas- porque se encuentra deprimido; o bien regulándolo cuando reacciona exacerbadamente contra las propias células sanas del organismo, como ocurre en las enfermedades denominadas autoinmunes.
Avances en inmunoterapia
Hace muchos años se trabaja sobre la idea de abordar la lucha contra el cáncer mediante determinados agentes dirigidos a regular el sistema inmune. A lo largo de las décadas, ese concepto y su realización práctica, fueron pasando por numerosas etapas, entre las cuales se los descartó por considerarlos inviables.
Sin embargo, en los últimos años, este abordaje ha tomado un nuevo impulso y es, actualmente, motivo de numerosos estudios clínicos. Se le dedica gran cantidad de sesiones en reuniones científicas, como las de la destacada Sociedad Americana de Oncología Médica que reúne anualmente en Estados Unidos a miles de investigadores del mundo, y publicaciones en revistas científicas del más alto nivel internacional.
Se estima que con este proceso se consigue que el cáncer disminuya a largo plazo hasta un 80% para quien tiene linfoma de Hodgkin, una quinta parte para los pacientes de cáncer de pulmón y un tercio para los que tienen melanoma. Otros cánceres siguen en estudio, pero se puede adelantar que en todos los casos los resultados son positivos.
Es así como la inmunoterapia tumoral ha evolucionado de ser una perspectiva prometedora a una realidad para el control de distintas patologías tumorales, aún las más agresivas y resistentes. Se espera que en la proximidad se pueda dilucidar si, a través de este tratamiento, puede desarrollarse también una cura definitiva.