Con la llegada del invierno suelen aumentar las enfermedades respiratorias como la gripe, la bronquiolitis, la bronquitis y la neumonía. A continuación el doctor Jorge Máspero, director de la Fundación CIDEA (Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias), explica qué medidas básicas se deben tomar para prevenir estas enfermedades, cómo disminuir su contagio, cuáles son los síntomas a los que se debe prestar atención, la importancia de la vacunación, entre otros datos.
Las bajas temperaturas no son las únicas causas que contribuyen al aumento de enfermedades respiratorias. La falta de ventilación en los ambientes, la incorrecta implementación de las medidas de higiene, la polución que producen los sistemas de calefacción son otros de los motivos que favorecen el aumento de esos padecimientos.
"No es necesariamente la baja temperatura lo que causa el aumento de patología que vemos todos los inviernos. En particular, el hacinamiento, el permanecer en ambientes mal ventilados, el contacto mucho más estrecho entre personas en ambientes pequeños favorece la diseminación y transmisión de un enorme número de enfermedades virales, que son las que, al manifestarse, terminan trayendo la patología como bronquiolitis, enfermedades por rinovirus o enfermedades como influenza que a todos nos preocupan durante el invierno", explica el doctor Jorge Máspero, especialista en Alergia e Inmunología.
Y agrega: "Si la temperatura baja y el individuo está adecuadamente protegido, eso no debería ocasionar mayores problemas. La situación inversa en la cual para protegerse no se ventilan los ambientes y se usan, muchas veces, sistemas de calefacción que generan polución, son dañinos para el aparato respiratorio. Además, la falta de vacunación para la gripe, la falta de cultura sobre medidas de higiene de manos y ambientes terminan ocasionando un aumento de patología respiratoria infecciosa que es lo que se traduce en aumento de demanda de consultas o internaciones en esta época".
Principales síntomas a los que hay que estar alerta:
*Sensación de malestar.
*Rinorrea.
*Molestias en la faringe.
*Fiebre.
Máspero recomienda que "si uno observa que la fiebre es alta, se acompaña de mucho decaimiento o de otros síntomas tales como dificultad para respirar, sensación de náuseas o vómitos repetidos es imprescindible una consulta médica urgente".
Cuidados en los bebés
El cuidado de los bebés en la época de intensos fríos es esencial para preservar su salud sin complicaciones como las que pueden ocasionar todas las enfermedades infecciosas y respiratorias.
"Los bebés son un grupo mucho más susceptible a contraer infecciones, ya sean virales o bacterianas, fundamentalmente porque su aparato inmunológico no está adecuadamente desarrollado en razón de su pequeña edad. Son mucho más susceptibles a contraer infecciones virales de las vías aéreas como las bronquiolitis por el virus sincitial respiratorio o por los rinovirus que realmente son epidémicas desde fines de mayo en adelante. Para protegerlos, debiera evitarse el contacto con otros niños o personas mayores que tuvieran síntomas respiratorios, permanecer en lugares bien ventilados con temperatura adecuada siempre teniendo en consideración que las fuentes de calor no deben generar polución dentro de los ambientes", asegura el especialista.
En referencia a la importancia de la vacunación, destaca: "En los últimos años se han definido muy claramente cuáles son los grupos de riesgo para contraer infección por los virus de la influenza o gripe. Las personas que pertenecen a esos grupos, es decir, pacientes inmuno deprimidos, los niños menores de 2 años, embarazadas y mayores de 65, ineludiblemente deben ser vacunados".
Y señala: "En la medida en que más cantidad de individuos estén vacunados, la posibilidad de que el virus se disemine en la población es menor y por lo tanto, es recomendable que quien pueda recibir este tipo de inmunización lo haga. Hay que darse todas las vacunas que marca el calendario y en situaciones especiales, deben probablemente recibir algunas vacunas adicionales lo cual tiene que ser determinado por el médico de cabecera".