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Sáb, Abr

Génesis

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Cuando una pareja decide hacer terapia, una de las primeras preguntas que realiza el analista es: "¿Cómo y dónde se conocieron?". El objetivo es reconstruir la génesis de esa historia y poder ir desentrañando aquello que hizo posible esa unión entre dos personas, que posibilitó el nacimiento de esa terceridad, que es la pareja. Con la ayuda de ese interrogante, se explora qué pasaba en la vida de cada uno y qué pasó, cómo se resignificó lo anterior personal, cuando se encontraron.

Lo que rodea, significa y determina el cómo y la forma del encuentro entre esas dos personas, seguirá estando presente de diversas maneras en la pareja; y dará sustento a la misma, muchas veces "operando desde las tinieblas". Las crisis aparecen cuando aquello que fundó y fundamentó a esa pareja se perdió o deja de tener sentido para uno o para ambos miembros.

En definitiva estaba pensando en que todo LO QUE PRECEDE a una "existencia", NO CEDE en condicionarla. Naturalmente se da así, porque fue lo que motivó su origen, lo hizo posible, y lo llenó de significados y expectativas (necesarios como elementos preliminares de cualquier proyecto), aún antes de que existiera.

Por lo tanto, esto mismo ocurre en la concepción y nacimiento de las personas: en la génesis de cada uno de nosotros. Siempre me intrigó ese ANTES que espera (o no) a la concepción de un ser humano. Llevado a mi vida sería:

¿Qué pasaba en la vida íntima de mis padres, en lo más privado de cada uno? (sabido y no sabido, vinculado a su historia personal).
¿Qué pasaba en la pareja?
¿Pensaron realmente en "mi" o pensaron en ellos?
¿Qué pensaron?
¿Fue a solas o hubo una parte que pudieron proyectar manifiestamente juntos?
¿Qué parte quedó en la intimidad de cada uno y qué parte pudieron decir/se?... ¿Dijeron?
¿Pensaron?
¿Qué carencias y deseos tenían en lo personal y como pareja, que dieron lugar al acontecimiento "hijo"?.
(Siempre sucede esto: para que alguien/algo aparezca, tiene que haber un espacio en el cual, y por el cual, pueda surgir).

Algunos crecemos y en ese proceso aprendemos, al menos, a vislumbrar cosas de ese ANTES que fue nuestro principio y nuestra "razón de ser" (no nuestra, sino de nuestros padres); y que transmutaron en ciertos "patrones de nuestro comportamiento" (no de nuestros padres, sino nuestros).

También, por supuesto, influye lo surgido después del nacimiento con la educación y la crianza; pero me gusta pensar en el poder de ese mar de significados, interpretaciones, necesidades y hasta "ansiedades", que nos esperaba o nos necesitó antes de existir; del cual emergimos y con el cual nos ungieron de determinados sentidos que hicieron a nuestra identidad y entidad en cada familia.

¿Alguna de Uds. conoce algo de su GÉNESIS?

Yo tengo pendiente preguntárselo a mis padres, así abiertamente. Estoy casi segura que me lo manifestarán como puedan; pero sin intentar ponerle máscaras, ni maquillajes para que se vea más bonito, de lo que incluso pudo haber sido; y sin preocuparse por lo socialmente aceptado. No creo que salgan con el cliché "del fruto del amor" o similar (aunque por supuesto, estas motivaciones, no son excluyentes). Conociéndome, sabrán que voy por otro nivel de respuesta... ("lo otro", "lo no dicho" o incluso lo no sabido ni por ellos en ese momento).

Quizás porque sé que lo voy a saber todavía no se los he preguntado, jaja!!... ¡Pero lo haré! ¿Por qué? Porque me intriga saber cuánto de lo que me antecedió y me posibilitó, define mi forma de ver el mundo aún hoy; si esa forma me gusta o no, si la sigo eligiendo para mi vida (¡si tiene que ver con mi vida!).

Porque me apasiona conocer la génesis de las construcciones, de los proyectos: ayuda a comprenderlos, a reformularlos, a actualizarlos, dándoles una estructura de forma necesaria, cada vez más flexible y sólida.

Lo que vino después del nacimiento lo tengo bastante trabajado; lo anterior me resulta intrigante, interesante, misterioso y ¡hasta espeluznante! Me atrae. Ayuda a abrir más las puertas de la percepción.