La muerte súbita es denominada así porque la persona afectada pierde el pulso, la respiración y la conciencia, de manera imprevista e insospechada, lo que provoca el fallecimiento de manera inmediata o bien, dentro de la primera hora desde el comienzo de los síntomas. Es causado de manera natural y se cumplen tres escalas: 1º natural, 2º inesperada y 3º rápida. Los síntomas más habituales son: palpitaciones, dolor de pecho, síncope, desmayos etc.
A veces la muerte aparece de repente, en el momento que menos nos imaginamos. Esto sucedió hace pocos días con Romina Yan, una joven actriz de 36 años que lucía sana y llena de vida, razones por las que la triste noticia nos tomó por sorpresa.
Es muy frecuente en todo el mundo. Si vamos a las estadísticas, en Estados Unidos suceden unas 500.000 muertes por año, un número más escalofriante sería de una muerte cada 60 segundos. Se divide el gran número de víctimas en dos períodos de la vida en los que se centra la mayor incidencia de muerte súbita: entre el nacimiento y los 6 meses de edad y entre los 35-70 años. En ambos grupos existe un notable predominio del sexo femenino.
De la única manera que se puede revertir un caso así, es realizándole al paciente, maniobras de resurrección adecuada (RCP). Por este tema, los médicos proponen que la población en su totalidad sepa como reanimar a una persona, en un paro cardiorrespiratorio.
Más de la mitad de las muertes súbitas se debe a una de las manifestaciones más dramáticas de la cardiopatía isquémica, la fibrilación ventricular. Además, más del 80% de los casos en adultos, tiene un origen cardíaco.
Las causas más importantes son:
Enfermedades cardiovasculares preexistentes.
Stress.
Falta de ejercicio físico.
Que el corazón no tenga el tamaño normal.
Sedentarismo.
Mala alimentación.
La Fundación Favaloro informó que la noticia de este deceso causó gran repercusión en la gente, ya que de recibir 200 llamados de solicitudes de turno pasaron a 500 aproximadamente.
También comentaron desde el centro que la mejor prevención que pueden hacer los jóvenes-adultos es llevar una vida sana, sin tabaquismo, con una buena alimentación y realizando actividad física adecuada pero siempre con previo estudio ergométrico. Para los mayores de 40 años, es recomendable hacer un chequeo cardiológico cada dos años. Asimismo, quienes practican deporte diariamente tienen que tomar una mayor conciencia de respetar los análisis correspondientes para detectar algún tipo de problemas cardíacos.
La insistencia en la realización de chequeos de esfuerzo y cardiológico es para que puedas saber cuál es tu límite, para no sobre exigir tu corazón.
En los últimos 5 años, hemos sido testigos de muchas muertes de jóvenes, deportistas reconocidos, artistas, en fin, jóvenes que seguramente con la información adecuada y los exámenes correspondientes no habrían sufrido semejante desenlace.
Ante todo tu salud, hacé todo lo que esté a tu alcance para disminuir los riesgos de padecerla.