19
Vie, Abr

Cetona de frambuesa: un aliado para la salud

Typography

La obesidad es una de las epidemias más importantes de este siglo, superando incluso a la gente que sufre desnutrición. Cerca de 3 millones de personas mueren al año por las complicaciones que genera esta enfermedad. Si bien hay casos donde la genética juega un rol primordial, es bien sabido que los malos hábitos, el sedentarismo y el estrés de vida condicionan en mayor medida su aparición. Por ello la ciencia está procurando investigar los mecanismos íntimos por los cuales se origina esta dolencia con el fin de poder abordarla satisfactoriamente. 

Gran parte de estas investigaciones están puestas hoy día en los frutos silvestres, en especial en las frambuesas. Las frambuesas son uno de los frutos más deliciosos que nos ha dado la naturaleza. Oriundas de Europa y norte de Asia, han sido utilizadas desde épocas lejanas no sólo como elemento comestible sino también medicinal. Los chinos empleaban sus frutos para mejorar la función de los riñones, en tanto las hojas han sido un excelente recurso para el abordaje de las diarreas. Su nombre deriva del latín fragare (fragancia) en alusión al exquisito aroma de sus flores y frutos.

Precisamente en el aroma de estos frutos radica uno de los compuestos activos más importantes para el manejo de la obesidad, y es el que le da esa hermosa fragancia. Nos referimos a la cetona de frambuesa (conocida como rapsberry ketone en inglés). Se trata de un compuesto volátil que ha sido motivo de importantísimos estudios en el área de obesidad y trastornos de los lípidos. Los primeros trabajos en animales de laboratorio determinaron un descenso gradual de peso, especialmente en el lote de animales que consumían gran cantidad de grasa en su ración diaria.

Lo interesante de estos trabajos es que se llegó a determinar muy bien su mecanismo de acción, el cual está centrado en el aumento de dos moléculas fundamentales: la adiponectina y la adipocitoquina. Ambas sustancias son muy importantes para la reducción del acúmulo de grasa corporal y para reducir la resistencia a la insulina que es característica en personas con obesidad crónica y grasas elevadas en sangre.

Lógicamente a estos resultados preliminares había que refrendarlos a través de ensayos clínicos. Cuando a los pacientes se les suministra comprimidos de cetonas de frambuesa, se ha observado una reducción significativa de peso, acompañado de una reducción importante de la acumulación de lípidos (grasa corporal) sumado a un efecto termogénico el cual está ligado a la combustión de la grasa excedente. Esto último resultó más elocuente cuando se asocia el consumo de cetonas de frambuesa a una actividad física regular.

Los estudios toxicológicos revelaron que las cetonas de frambuesa no generan ningún tipo de efecto adverso, ya que se trata de un componente alimentario consustanciado con los hábitos del hombre. Por lo tanto estos hallazgos que nos brinda la ciencia a partir de productos naturales, constituyen un nuevo eslabón en la lucha contra la obesidad, en especial sabiendo que su consumo no genera ningún efecto indeseado.