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Vie, Abr

Los diferentes tipos de cáncer de piel

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Para conocer las diferentes lesiones que pueden aparecer en la piel, la Asociación Argentina de Cirugía responde algunas consultas.

¿Qué es el cáncer de piel?

 

Es un conjunto de enfermedades neoplásicas (alteración en las células de los tejidos) que tienen diagnóstico, tratamiento y pronóstico muy diferente. Lo único que tienen en común es la misma localización: la piel.

El principal factor de riesgo para desarrollar un cáncer de piel son los rayos ultravioleta, que producen mutaciones en el ADN de las células y que se acumulan durante años. Asimismo, es la forma más frecuente de neoplasia en la población de piel blanca. Los tres tipos principales de cáncer de piel son: carcinoma de células basales o basocelular, el carcinoma de células escamosas: escamoso espinocelular (que tiene altas posibilidades de curación), y el tipo más grave, que es el melanoma.

1) Carcinoma Basocelular:

También llamado carcinoma de células basales, es la forma más frecuente de cáncer de piel y se encuentra, principalmente, en cara, nariz y frente. El riesgo de la aparición de un carcinoma basocelular aumenta con los antecedentes familiares de la enfermedad y con una exposición acumulativa de luz solar ultravioleta o de sustancias químicas carcinogénicos, en especial el arsénico.

Su comienzo, generalmente, es insidioso y se manifiesta con la aparición de uno o varios nódulos de tamaño pequeño que lenta, pero progresivamente, aumentan de volumen. A diferencia del carcinoma espinocelular, que posee una mayor peligrosidad, no tiende a diseminarse ni a dar metástasis.

Aproximadamente, dos tercios de estos carcinomas ocurren en regiones expuestas al sol y el otro tercio en áreas no expuestas, demostrando la susceptibilidad genética de ciertos pacientes.

Tratamiento:

Puede incluir desde una terapia quirúrgica para la extirpación del tumor, la crioterapia, la radioterapia, el empleo sistemático de radiaciones ionizantes, la plesioterapia (irradiación a poca distancia) y la terapia quirúrgica con láser. No compromete la vida del paciente pero si no se trata puede llegar a ser desfigurante (causar sangrado y producir destrucción local). Se manifiesta en ambos sexos aunque se encuentra más frecuentemente en mujeres y personas que han entrado en la 5º década de su vida.

2) Carcinoma Espinocelular:

Representa alrededor del 20% de todos los casos de cáncer de piel (el segundo más frecuente después del basocelular).

También se conoce como epitelioma espinocelular, es una neoplasia cutánea maligna derivada de las células de epidermis o sus anexos, se caracteriza por lesiones vegetantes, verrugosas o ulceradas que predominan en cabeza y extremidades, su crecimiento es rápido y puede establecer metástasis en ganglios regionales y otros órganos.

Las múltiples causas que producen este cáncer son ambientales y del paciente, siendo de las más importantes la exposición prolongada a la luz solar. Afecta más frecuentemente a personas de piel blanca y ojos claros. Se manifiesta en partes expuestas a la luz solar aunque también puede observarse en las mucosas genital, bucal y anal. Casi siempre aparece sobre una piel dañada por la luz solar; y en menos frecuencia, en piel de aspecto sano. La evolución es crónica pero más rápida que la del carcinoma basocelular.

Afecta en general a mayores de 60 años, predominando en hombres con antecedentes de exposición prolongada a radiaciones ultravioleta. También se asocia a otros factores como la herencia, alquitrán de hulla, radiaciones ionizantes, cicatrices, quemaduras, úlceras crónicas, osteomielitis y arsénico.

El pronóstico depende del estadío de la enfermedad, del tamaño del tumor, de la afectación de las cadenas ganglionares, entre otros.

Tratamiento:

En la mayoría de los pacientes el tratamiento es quirúrgico, electrodesecación y curetaje, criocirugía, cirugía de Mohs, cirugía con láser y ante la posibilidad de compromiso ganglionar, se sugiere evaluación quirúrgica de los ganglios linfaticos. Hay un porcentaje que oscila entre el 25% al 45% de probabilidad de producir metástasis en las neoplasias recurrentes.

3) Melanoma:

Melanoma es el nombre genérico de los tumores melánicos o pigmentados. Es una variedad grave de cáncer de piel, causante de la mayoría de las muertes por neoplasias. Se trata de un tumor generalmente cutáneo, (también del intestino y el ojo) y altamente invasivo por su capacidad de generar metástasis.

Actualmente el único tratamiento efectivo es la resección quirúrgica del tumor primario antes de que logre un grosor mayor de 1 mm. Cerca de 160.000 casos nuevos de melanoma se diagnostican cada año mundialmente, y resulta más frecuente en hombres y personas de raza blanca que habitan regiones con climas soleados.

Asimismo, cada año ocurren cerca de 48.000 muertes relacionadas con el melanoma, según un informa de la Organización Mundial de la Salud. Por lo general, el riesgo de un individuo de contraer un melanoma depende de dos tipos de factores: intrínsecos y ambientales. Los factores intrínsecos incluyen la historia familiar y el genotipo heredado; mientras que el factor ambiental o extrínseco más relevante es la exposición a la luz solar.

¿Cómo se diagnostica?

Ante una apariencia sospechosa existe una regla denominada A, B, C y D. Así, cuando un nevus es asimétrico, tiene bordes irregulares, toma una coloración muy oscura o irregular y su diámetro aumenta, son indicios de melanoma.

Es necesario prestar especial atención, por ser marcadores de melanoma, a los nevus pigmentocelulares adquiridos que, a lo largo de la vida, modifican su morfología. También a los nevus atípicos o (urielosis) y congénitos, siendo los principales signos de alarma los nevus asimétricos, con bordes imprecisos, color cambiante y sangrado. Este cuadro puede darse conjuntamente.

Tratamiento:

-Quirúrgico. Una detección precoz permite la extirpación quirúrgica de la totalidad de los melanomas. Se requiere evaluar el compromiso ganglionar de la región. En estadios iniciales, sin adenopatias palpables, es de utilidad la biopsia del ganglio centinela. Ante la presencia de metástasis ganglionar, es preciso realizar vaciamiento ganglionar del área de drenaje comprometida.

-Farmacológico. En 2012 se aprobó el uso del vemurafenib, para tratar un tipo de melanoma asociado a una mutación del gen BRAF, una de las formas más malignas de esta enfermedad. Además, y a raíz de los resultados del último estudio denominado COBRIM (combina Vemurafenib con un nuevo medicamento en fase de ensayo: Cobimetinib), se ha confirmado que el uso conjunto de ambas medicinas permite bloquear diferentes dianas de la célula tumoral impidiendo durante más tiempo la progresión del tumor.