Se acercan las fiestas, tenemos un motivo de reunión que año a año nos convoca y nos reúne. Conocemos el despliegue de fuegos artificiales, la emoción de los preparativos, armamos el arbolito, ponemos la mesa grande y nos entregamos a algunos excesos en los días previos. Los bebés no entienden nada de esto, son días que transcurren como cualquier otro para ellos, por eso debemos tenerlos en cuenta y tomar algunos recaudos:
-No te canses demasiado, intentá delegar todo lo que puedas, tu bebé va a necesitar de vos igual que cualquier día.
-Asegurate de tener mosquiteros o tules que lo protejan de los insectos. Podés usar repelentes que sean aptos para recién nacido.
-Cuidalo de los ruidos inesperados, los adultos podemos anticiparnos a los sonidos generados por la pirotecnia, pero los bebés no y se asustan mucho.
-Mantenelo lejos de los descorches.
-La mamá que amamanta puede brindar, hasta dos medidas de alcohol livianas por día están permitidas.
-Es recomendable que no pase de mano en mano, pero si fuera así, asegurate que quien lo vaya a tocar, tenga las manos limpias.
Año a año festejamos la Navidad y el Año Nuevo como acontecimientos que marcan comienzos de algo nuevo, el Nacimiento de Jesús simboliza también el nacimiento de una nueva familia. Nuestros bebés son entonces la motivación principal de estos festejos, ellos le dan continuidad a nuestra vida, son nuestras prolongaciones. Nuestra función como padres es continuarnos en ellos y dejarle a este mundo una versión mejorada de nosotros mismos. Que sobresalir con la mejor receta de cocina, o conseguir el regalo más original no nos desvíe la atención del motivo principal de la celebración.
Este año tenés no sólo un motivo sino una buena excusa para no hacer nada más que estar con tu bebé y disfrutar de las celebraciones.