El sabor de lo prohibido

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Culturalmente está establecido que tenemos que ser monogámicos, pero contrariamente a lo determinado, estos códigos hoy en día se están rompiendo, producto de la infidelidad de la que son protagonistas cada vez más mujeres. El engaño, impensado u oculto, pasó a ser  algo naturalizado. Los cambios que se siguen gestando, son de gran ayuda para quienes tienen ganas de saborear lo prohibido.  

Las largas horas laborales, los almuerzos, los viajes de negocios, la independencia económica, la libertad sexual, la facilidad de conocer gente a través de Internet y los métodos anticonceptivos, entre otras cosas, abrieron las puertas a un nuevo mundo de encuentros sexuales por fuera de la pareja.

Los motivos por los que se llega a tomar este tipo de decisión varían, pero básicamente el mayor problema es la falta de comunicación y el respeto por el otro.

Por lo general, cuando la mujer es infiel es porque tiene sentimientos y atracción por esa otra persona. Le despierta interés y se olvida lo que pasa dentro de su pareja, como el sentirse sola, insatisfecha emocionalmente y descuidada. Justamente por serle difícil separar el sexo del amor, corre más riesgo su matrimonio o noviazgo.

Cuando la pareja se deterioró, o la mujer dejó de sentirse querida, valorada y deseada, consciente o inconscientemente, el sexo disminuye en cantidad y en calidad. Por eso muchas mujeres recurren a los brazos de otro hombre para aumentar su autoestima al sentir que todavía pueden atraer y conquistar a alguien.

Por otro lado, están las que son aventureras, que tienen ganas de conocer nuevas experiencias, salir de la rutina, sentir adrenalina, incentivar la pareja y hasta rejuvenecer. Son las que encuentran todo lo que buscaban en el engaño y se sienten reconfortadas, sin sentir culpa en ningún momento por lo que hicieron.   

A su vez, la pérdida de deseo, el querer vengarse por ser víctima de una infidelidad y el no sentir más atracción por su compañero, son otras de las causas para engañar por no tener el valor de separarse, como quienes dependen  económicamente de su marido.

Los cuarenta parecen indicar la etapa donde se suelen dar más casos de parejas que transitan la infidelidad, debido a los grandes problemas en los cuales se ven inmersos por las responsabilidades económicas y familiares que tienen y porque su sexualidad está en su plenitud.

Lo prohibido siempre genera atracción, intriga. Está en vos descubrir o no el sabor que tiene.