Llega el verano y los fines de semana al aire libre en piletas y quintas. Es el momento ideal para pensar en los tratamientos de depilación definitiva y olvidarse del tema: axilas y piernas siempre listas para disfrutar del sol y el agua.
El tratamiento de depilación definitiva es una excelente opción para evitar distintos métodos convencionales que pueden ser engorrosos, requieren mucho tiempo y dedicación y, a largo plazo, resultan más costosos. Algunos de ellos hasta pueden estar contraindicados para patologías como várices.
Debemos cuidar nuestras piernas y en el verano es cuando reclaman más atención. Lo conveniente en estos casos es pensar en tratamientos no invasivos a largo plazo, para que la depilación no sea un ítem semanal en nuestra agenda.
El tratamiento cuenta con la tecnología SELECTA PLUS, de Sorisa. Se trata de un sistema de múltiples pulsos de luz, seguro, rápido y eficaz para la reducción permanente del vello. Es un equipo de fotodepilación que permite la eliminación del pelo de diferentes áreas, tanto faciales como corporales. Su sistema de Fototermólisis selectiva, es el más adecuado para realizar tratamientos de depilación gracias a su diseño de tren de pulsos que permite seleccionar los parámetros más adecuados adaptándose a las características de cada persona.
“Los resultados se hacen visibles luego de 6 sesiones, que se toman cada 25 o 30 días. Con el transcurso de las sesiones, se logra debilitar el folículo del vello, logrando así retrasar su crecimiento. Luego de ese lapso, y dependiendo de cada caso, se puede continuar con sesiones esporádicas para potenciar los resultados” comenta Ricardo Ghigliazza, CEO de Bioesthetics, uno de los centros donde se ofrece esta tecnología.
¿Qué sucede entre sesiones? Una vez que se comienza el tratamiento, cuando sea necesario, se puede realizar el método de rasurado. Si utilizáramos método de arranque o depiladoras eléctricas, extraeríamos ese folículo que se está debilitando, anulando el efecto de la fotodepilación.
Este tratamiento se puede realizar tanto en el cuerpo como en rostro. Muchas mujeres comienzan probando en zonas de menor extensión como el cavado o las axilas y luego, alentadas por los resultados, completan el tratamiento en piernas. Los hombres también pueden realizar estas sesiones: la espalda y el tórax son las zonas más elegidas por ellos.