Exceso de ejercicio físico. Un riesgo para las defensas

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Todas conocemos la importancia de hacer ejercicio físico a diario, y hacemos el esfuerzo por incluirlo en nuestra rutina para poder gozar de buena salud. Además, está demostrado que el ejercicio tiene un efecto altamente positivo en el sistema inmunitario, sobre todo si se practica, al menos, tres veces a la semana.

Por otra parte, quienes hacen deporte cuatro horas durante la semana muestran mejoras en el humor y en el manejo de situaciones de estrés, también un aumento de las células inmunitarias, por lo que cuentan con un sistema inmune más fuerte. Esto es muy importante, ya que los niveles altos de estrés provocan inhibición del sistema inmunitario, además de la producción del estrés oxidativo, que afecta de forma directa al crecimiento y proliferación de las células.
 
El problema aparece cuando el ejercicio se realiza en forma indiscriminada y sin tomar los recaudos necesarios, dado que puede provocar cambios que pueden parecer inofensivos, pero que tocan de forma directa a nuestros mecanismos defensivos, afectan y estresan a nuestro sistema inmunológico. El estrés del sistema inmunológico y su debilitamiento provocan que nuestro cuerpo pueda contagiarse con mayor facilidad de infecciones y que su duración y calado sea mayor del normal.

 

¿Cómo saber cuando ya hicimos suficiente ejercicio?

-¿Tenés mucho dolor muscular tras las sesiones? Se trata de un síntoma muy habitual al comienzo de hacer ejercicio, pero debemos preocuparnos si siempre sentimos molestias.

-¿Te lesionás con más frecuencia de la habitual? En ocasiones podemos sufrir alguna lesión, pero no es normal lesionarnos mucho, sobre todo cuando practicamos deporte por ocio y por salud. Las lesiones continuadas evidencian que nuestro cuerpo está sobrecargado.

-¿Te cuesta dormir? Alguien que ha hecho demasiado ejercicio tiende a estar sobreexcitado y la llegada a la cama se convierte en una pesadilla por la falta de sueño.

-¿Realizás ejercicio estando enferma?

-¿Dejás de lado otras actividades para poder ir a entrenar?

Cuando hacemos ejercicio en exceso, tenemos mayor probabilidad de sufrir lesiones que comprometen nuestra salud y bienestar, como en la rodilla, la espalda o cadera, pero también puede debilitar el corazón y disminuir las defensas, por lo que estamos más expuestos a contraer enfermedades.

Otras consecuencias pueden ser la desnutrición, la pérdida de masa muscular y trastornos de sueño. Y, en el caso de las mujeres, pueden llegar a provocar la ausencia del periodo durante unos meses.

¿Cómo moderar la cantidad de ejercicio?

Es importante reflexionar sobre el objetivo por el cual hacemos ejercicio. Una vez que lo tengamos claro, podemos ponernos en manos de un profesional que nos ayude a dirigirnos a ese objetivo.

Si hacés ejercicio para mejorar tu salud, tenés que saber que con tres o cuatro horas a la semana de deporte moderado se pueden obtener resultados y hacer que tu organismo esté mejor.

En el momento en el que sientas mucho cansancio, molestias, sed o debilidad, pará y estudiá las reacciones de tu cuerpo.

Combiná sesiones de más intensidad con paseos y carreras ligeras. Hacé que tu cuerpo no se acostumbre, sorprendelo con nuevas prácticas y divertite haciéndolo.

No hay que perder de vista que lo más importante es la salud. Y que todo lo que hagamos, sea lo que sea, debe tener, como finalidad, estar mejor y enriquecer nuestra vida con un cuerpo sano que nos acompañe.