La ausencia de deseo, en forma total o parcial, es una consulta muy frecuente, tanto de hombres como de mujeres. Por eso este mes contaré cuáles son las características de esta falta y cómo identificarla, y también dejaré algunas recomendaciones útiles para que puedas resolver este problema.
Nos damos cuenta que nuestro deseo está disminuido cuando las fantasías son pobres o están ausentes y cuando las relaciones sexuales son poco frecuentes.
Las principales características:
· Rechazar el coito
· Sufrir trastorno psicosomático frente a la posibilidad de una actividad sexual.
· Adoptar conductas evitativas como por ejemplo acostarse a diferentes horas que el cónyuge, el dolor de cabeza, etc.
· Que el compañero reclame y consulte por frustración e insistencia.
El cerebro es el principal órgano productor de placer, las creencias sobre el sexo pueden desplegar un amplio abanico erótico y también generar limitaciones. Este "motor" erótico también tiene sus frenos que impactan en la vida sexual. Algunos de estos son:
-Conflictos, pensamientos negativos, angustia, estrés, resentimiento.
-Atravesar una etapa en las que tenemos muchas presiones, preocupaciones. Depresión y alto estrés por duelos, mudanzas, casamiento, etc.
-Tener un problema con la pareja, discutir frecuentemente, tener luchas de poder y competir, genera que no surja el impulso a la intimidad. En este caso estamos hablando de un conflicto relacional y no sexual, se solucionará cuando la relación recupere su armonía o bien cuando encuentres un nuevo compañero.
Cuando tu momento vital es óptimo, tenés una hermosa relación de pareja, vivís un amor recíproco y disfrutás del mejor afrodisíaco que es el enamoramiento y el sentimiento hacia el otro, pueden estar sucediendo algunas de las siguientes cosas:
1. Se ha perdido la espontaneidad del mismo; por el curso natural de la edad las fantasías no tienen el mismo efecto que antaño. En este caso la estimulación tiene que ser bien táctil.
2. La pareja necesita aprender a comunicarse más abiertamente, estimularse efectivamente. La comunicación abierta y genuina es una herramienta maravillosa para corregir y remediar los problemas entre dos personas.
3. Puede ser una disfunción sexual. En este caso se recomienda la consulta con un profesional sexólogo y con el médico especialista quien realizará los estudios correspondientes para descartar trastornos orgánicos.
Preguntar, consultar e informarse es el mejor camino para vivir una vida sana y feliz.
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Lic. Yanina Cotarelo
Psicóloga - Sexóloga