28
Jue, Mar

Combatir el Cáncer con calidad de vida

Typography

En nuestro país, el cáncer de mama continúa siendo el tumor maligno más frecuente en la mujer, con aproximadamente 19 mil nuevos casos al año: esto significa que una de cada ocho mujeres lo tuvo, lo tiene o lo tendrá.

 

Además de la importancia del diagnóstico precoz para detectar la enfermedad en los estadios iniciales, cuando el índice de sobrevida libre de enfermedad es cercano al 98% de los casos, el paradigma terapéutico del cáncer de mama busca tratar la enfermedad de manera integral, entendiendo que no sólo tiene efectos físicos, sino que también afecta al autoestima de las pacientes, sus relaciones sociales y laboral, y sobre todo, a la propia imagen corporal.

En este sentido, la sanción de la Ley 26.872 en 2013 que establece el derecho que posee toda mujer a una reconstrucción mamaria postmastectomía, es un paso fundamental en el tratamiento del cáncer de mama, entendiendo que éste no sólo consiste en combatir las células cancerígenas sino también en preservar la calidad de vida de las pacientes.

"Tener la posibilidad de reconstruir las mamas me ayudó a tomar la decisión de someterme a la mastectomía. Si no, creo que no lo hubiese hecho", afirma Carolina Falcone, quien fue diagnosticada de cáncer de mama a los 31 años, cuando regresó de su Luna de Miel.

La mastectomía consiste en la extirpación completa de la glándula mamaria como parte del tratamiento del cáncer de mama. Puede realizarse con fines curativos o con el objetivo de prevenir la aparición de la enfermedad en aquellas mujeres que, según sus antecedentes familiares y en los casos menos frecuentes de cáncer hereditario, tienen un alto riesgo de padecerla. "En la actualidad, más del 70% de las pacientes reciben un tratamiento conservador de la mama, pero  aún es necesario en el resto de los casos indicar una mastectomía, un procedimiento que vulnera el aspecto físico de la persona", explica el especialista Eduardo González, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Mastología.

A la hora de hacer frente al tratamiento del cáncer de mama y las agresivas alteraciones de la imagen corporal que conlleva, es fundamental el acompañamiento psico-oncológico de las pacientes: "La mastectomía es una experiencia traumática para la mujer. Un grupo importante de pacientes sufre sentimientos de mutilación, pérdida de la sensación de feminidad, disminución de la autoestima, depresión, miedo a la recurrencia y abandono", menciona Diana Bequelman, psico-oncóloga del Instituto de Oncología "Angel H. Roffo", y agrega: "Es necesario elaborar las pérdidas previas y actuales relacionadas con la enfermedad para, de esta forma, favorecer y fortalecer la adaptación a la cirugía y a los cambios que ésta enlaza, resaltando la calidad de vida de las pacientes".

La cirugía reconstructiva, un aliado en la contención

Marisa Andino es periodista y conductora de televisión. Meses atrás dio a conocer públicamente cómo fue su experiencia al momento de afrontar un cáncer de mama, el tratamiento al cual se sometió y la importancia de la detección temprana para combatir la enfermedad. "Cuando el mastólogo me informó el resultado de la biopsia, la primera sensación fue la de recibir un balde de agua fría sobre mi cabeza que hizo que por unos segundos el tiempo se detuviera y pensara inmediatamente en mis hijos. La zozobra y la inquietud que generó la noticia rápidamente fueron mitigadas por la gran contención y profesionalismo de mi médico, quien me explicó en qué consistía la cirugía y todo lo referente a la reconstrucción mamaria", recuerda Marisa y detalla: "Me hicieron una adenomastectomía (mastectomía en la cual se preservan la aréola y el pezón) con la reconstrucción inmediata de la mama mediante la colocación de un implante anatómico. La recuperación posoperatoria fue rápida y satisfactoria, con el agregado de un excelente resultado estético. Gracias a ello, en ningún momento sentí menoscabada mi condición femenina o mi sexualidad".

La cirugía reconstructiva permite reparar los efectos indeseados de la mastectomía, y sirve de contención para las pacientes sometidas a este procedimiento. "Los avances científicos, el acompañamiento del profesional médico y las múltiples opciones de tratamiento y reconstrucción mamaria, son hoy nuestro mejor aliado para detener la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes", afirma el Dr. González y agrega: "Se puede reconstruir por completo una mama y borrar las secuelas de una mastectomía con múltiples técnicas bien desarrolladas en manos de profesionales entrenados e informados en el manejo de este tópico".

"El miedo del cáncer de mama no se te va nunca de la cabeza, por eso cuando me realizaron la mastectomía me dio la tranquilidad física y emocional de saber que hice todo para que no me vuelva a pasar. Además, yo estaba recién casada y con el deseo de comenzar a agrandar la familia,  y los tratamientos alternativos que había evaluado con los médicos implicaban continuar postergando este proyecto", relata Carolina y continúa: "Si bien los especialistas me advirtieron que probablemente no iba a poder amamantar luego de la cirugía, mi prioridad era ser una mamá sana, poder transitar ese momento de manera plena".

Carolina, al igual que Marisa, realizó la reconstrucción mamaria de manera inmediata, es decir, en la misma operación: "La mastectomía es una mutilación, y para mí, no realizar la reconstrucción era como llevar un cartel que diga 'tuve cáncer', de sentir todos los días la enfermedad. La mirada del Otro es fuerte. En pareja, es difícil verse y que te vean así; la reinserción laboral es más dura cuando la gente te ve y te pregunta. La cirugía reparadora me dio la posibilidad de recordar la enfermedad de otro modo", cuenta.

La reconstrucción mamaria es una práctica extendida en los hospitales públicos, y las empresas de medicina prepaga y obras sociales deben cubrir esta intervención quirúrgica desde que en 2013, la ley 26.872 garantizó el derecho de las pacientes a dicho tratamiento: "La cirugía reconstructiva se considera el proceso de restitución de la imagen corporal y del bienestar psicológico de las estas mujeres, es una parte fundamental en el tratamiento del cáncer de mama", menciona la psico-oncóloga. "Los porcentajes de reconstrucción mamaria son superiores al 75% de las pacientes con indicación correcta del procedimiento, y siguen en aumento", agrega el Dr. González, quien se desempeña desde hace más de 30 años en el Departamento de Mastología del Hospital de Oncología Instituto H. Roffo.

"Cuando recibí el diagnóstico, una pregunta resonaba en forma constante en mi cabeza: '¿Por qué a mí?'. Sin embargo, después de la cirugía y  de haber retomado mis actividades diarias, con la enorme tranquilidad de haber superado la enfermedad, ese pensamiento inicial se transformó de un  'por qué a mí' a un 'para qué a mí'. A partir de esta experiencia, modifiqué mis conductas, empecé a quererme mucho más y comencé a valorar lo importante de la vida, ¡qué no son otra cosa que los afectos!", concluye Marisa, instando a las mujeres para que no dejen de realizar los controles mamarios anuales: "El cáncer diagnosticado a tiempo se cura y la intervención de médicos idóneos hace que ese trance sea eficiente y mucho más llevadero".