Es la actual campeona argentina en media maratón y diez mil metros, suma incontables títulos en sus veinte años de carrera y este mes recibirá por segundo año consecutivo el premio Lobo de Mar al atletismo. Correr es su vida y la velocidad su amiga inseparable.
Cuando Roxana corre, es como ver a una bailarina en una danza al compás de su propio ritmo. Al final de las carreras conquista los podios y desde chica, el mundo del atletismo la posiciona dentro de las primeras. “Empecé a correr cuando tenía seis años y al terminar la secundaria me dedique full time al atletismo. A medida que iba mejorando se me abrían nuevas puertas y mi motor fue mi familia, ellos me acompañaron en todo momento”.
Su origen deportivo fue en el triatlón y luego de ocho años el atletismo la atrapó. “El tria es muy costoso, tanto para entrenar como para solventar los viajes; por eso empecé a probarme en el atletismo y las carreras de calle donde había más posibilidades profesionales y económicas”.
Roxana se dio cuenta que quería hacer de su pasión su profesión, entonces no dudó en dejarse seducir por el mundo del atletismo y las carreras de calle. “Mi vida es el deporte, creo que no sirvo para otra cosa que no tenga que ver con esto por eso lo elegí sin dudarlo”.
Maneja su respiración y el movimiento de sus piernas como una gacela; correr para ella es algo hermoso que no la cansa, sino que la llena de energía. “Nada me detiene, confió en lo que trabajo y me esfuerzo para alcanzar los objetivos. Cuando estoy en pretemporada entreno los siete días a la semana en doble turno –son de 150 a 200 Kilómetros semanales- y tres veces al año entreno en altura. Cachi, en Salta, está a 2880m de altura y es el lugar elegido. Allí hago un entrenamiento fuerte de fortalecimiento físico en montañas y un trabajo espiritual donde me encuentro conmigo misma enfocándome en mis objetivos. Cuando bajo a Mar del Plata, mi ciudad natal, me espera el entrenamiento diario de correr complementado con trabajos de fuerza, natación y relajación muscular”.
Su actual pareja, el reconocido atleta Juan Suárez es su entrenador y junto a ella arma el plan de entrenamiento y de competencias para el año. El está a su lado compartiendo sus triunfos y conteniéndola cuando se presentan obstáculos. “El momento más duro fue cuando me dejaron fuera del equipo argentino de Cross Country en el año 2007, estando ya en Río de Janeiro y habiendo realizado una de las mejores preparaciones en altura. No lo olvido más, lloré como nunca esa noche y corrí igual aún sin pertenecer al equipo. Quedé cuarta y fui la mejor argentina. Estuve a un paso de la medalla y aunque no me clasificaron, me sentí feliz de haber corrido”.
Muchas pensamos que la vida de las deportistas es dura y sacrificada. Vemos todo lo que entrenan, qué comen y sus limitaciones hasta en vacaciones. “Como de todo menos grasas y frito, no tomo alcohol y no fumo. Es verdad que las salidas son bastante limitadas porque las carreras son siempre los fines de semana. Tengo la conducta de pensar en mi alimentación porque debo cargar bien el tanque para tener mucha energía para soportar las altas cargas de kilómetros. En época de mayor descanso –casi siempre es el mes de diciembre- trato de engordar dos a tres kilos para que mi cuerpo soporte empezar el año con un fuerte entrenamiento”.
Su esfuerzo es mucho, pero más grandes son para ella las gratificaciones que le da correr y desafiarse. “Lo que me motiva a seguir es ser cada día mejor, superarme y vencer los obstáculos. Cada vez que sufro una derrota me da más fuerzas para el próximo desafío”.
Ella siempre recomienda a las mujeres salir a correr porque les permite estar atléticas, sentirse bien físicamente y aislarse por un momento del trabajo y de los problemas cotidianos. “Para mí correr es vivir, desconectarme del mundo, disfrutar del día a día, descubrir mi cuerpo y llevar mi mente al mas allá. Sentir esas sensaciones es lo que me da vida”.
Esta es la historia de una luchadora que sueña con participar en los Juegos Panamericanos y Olímpicos. Esperamos verla y que nos siga representando en las pistas.