La Hipertensión Pulmonar es una enfermedad que se caracteriza por la elevación de la presión en las arterias pulmonares. La sintomatología más frecuente es la presencia de disnea (dificultad en la respiración), que en general es de carácter progresivo, con meses o años de evolución. También puede haber dolor precordial (angina), síncope, palpitaciones, astenia y/o edema en miembros inferiores bilaterales.
Las personas con Hipertensión Pulmonar presentan serias limitaciones en su calidad de vida, ya que tienen dificultades para respirar, por lo que realizar actividades cotidianas como caminar, vestirse, bañarse o subir escaleras puede ser extenuante.
Estadísticamente, la padecen 52 personas por cada millón, esto significa que 25 millones de personas presentan Hipertensión Pulmonar en el mundo. Es más frecuente en el sexo femenino y la edad de mayor presentación oscila entre los 20 y 50 años. En Argentina hay aproximadamente 2.500 pacientes y muchos atraviesan sucesivas consultas con distintos profesionales hasta alcanzar el diagnóstico correcto.
Su detección a tiempo es esencial para que los pacientes puedan tener una mayor expectativa de vida.
La Hipertensión Pulmonar es una enfermedad rara que puede ser mortal; sin embargo, con el diagnóstico y el comienzo precoz del tratamiento puede mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes e incrementar la sobrevida.
El proceso de diagnóstico requiere de un alto índice de sospecha clínica, que en general es bajo y la confirmación se realiza a través de los métodos complementarios como Electrocardiogramas, Ecocardiograma Doppler, Espirometria, entre otros estudios.
La población en riesgo de contraer esta enfermedad abarca personas con disnea de causa no aclarada, diagnóstico de hipertensión pulmonar sin seguimiento clínico, antecedentes familiares de hipertensión pulmonar, enfermedad del tejido conectivo, cardiopatías congénitas, HIV, hipertensión portal, esplenectomía, anemia falciforme, fenómeno de Raynaud o cianosis, antecedentes de tromboembolismo de pulmón con disnea.
En la actualidad, con el advenimiento de los nuevos esquemas terapéuticos, se alcanza una sobrevida del 95% y 90% en el primer y segundo año de la enfermedad.
La Hipertensión Pulmonar es una enfermedad de alto impacto sobre los pacientes, el grupo familiar y la sociedad, por eso el primer paso es crear conciencia sobre la misma y optimizar los recursos para un diagnóstico precoz.