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Sáb, Abr

Medicina Estética: ¿Qué son los mensajes emocionales del rostro?

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Mauricio de Maio es un profesional brasilero con más de 24 años de experiencia en tratamientos con rellenos faciales y toxina botulínica tipo A, que en 2015 revolucionó la Medicina Estética con los MeDical Codes (MD Codes), un novedoso sistema de códigos que establece los puntos de inyección de cada área del rostro, define las técnicas de aplicación, el tipo de producto y la dosis adecuada, además de señalar las zonas que requieren mayor precaución para evitar complicaciones.

 

Los MD Codes son, en primer lugar, una guía para que el profesional sistematice su práctica. Fueron desarrollados como un lenguaje en Medicina Estética, para ayudar a los especialistas a leer de manera correcta el mensaje del rostro e indicar el mejor tratamiento posible para cada individuo. "Los médicos más jóvenes se ven beneficiados con los MD Codes ya que los orienta y despeja dudas habituales al momento de aplicar los rellenos inyectables de ácido hialurónico; y aquellos especialistas con años de experiencia descubren un método que les permite adquirir una caligrafía más sofisticada, una técnica mucho más reflexiva que se traduce en el éxito de los resultados", explica de Maio.

Sin embargo, los alcances de este nuevo método van más allá de la técnica de inyección, ya que tanto el diagnóstico como la indicación de los tratamientos se ven transformadas radicalmente a partir de la perspectiva propuesta por los MD Codes.

En este sentido, una de los cambios fundamentales que propone de Maio es modificar la manera de entrevistar a los pacientes. El especialista reconoce que una de las razones por las cuales éstos no quedan satisfechos con los tratamientos tiene que ver con la falta de comprensión del médico, por ello la metodología al momento de la consulta debe ir más allá de lo que el paciente quiere, para comprender lo que éste siente y así poder establecer el procedimiento que necesita.

Al inicio de la consulta, el profesional pregunta: "¿Qué es lo que más te molesta de tu rostro?", y frente al espejo hombres y mujeres suelen señalar arrugas, ojeras y surcos que a medida que pasan los años se vuelven más evidentes: líneas de marioneta, patas de gallo, el "código de barras", entrecejo. Sin embargo, de Maio considera que cuestionar únicamente sobre áreas del rostro es una debilidad de la entrevista ya que no permite conocer los sentimientos de los pacientes. Por ello, ofrecerá ocho tarjetas con distintos "atributos emocionales" para que éstos elijan aquellos tres que les gustaría mejorar: "Es importante limitar a no más de tres la elección del paciente.

De este modo, podemos establecer prioridades, con objetivos realistas, y planificar el tratamiento para lograr mejores resultados", enfatiza el especialista en Cirugía Plástica.
Las emociones, entonces, son el puente entre la demanda del paciente y la perspectiva del experto, ya que ambos dejan enfocarse en los síntomas –el surco nasogeniano, las patas de gallo, etc. – y pasan a considerar los atributos emocionales que estos signos transmiten.

"El rostro comunica emociones que pueden ser positivas o negativas. Lo que permiten los códigos es detectar aquellas áreas vinculadas a estos atributos emocionales e identificar el tratamiento y la técnica correcta para obtener resultados efectivos que satisfagan las expectativas del paciente", desarrolla el cirujano plástica y continúa: "Los especialistas debemos ayudar al paciente a reconocer estos mensajes e idear juntos un plan de tratamiento que permita debilitar los mensajes negativos y reforzar los positivos, como juventud, atracción y femineidad", desarrolla de Maio.

Los atributos emocionales que reconocen los MD Codes se dividen en positivos y negativos, según el mensaje que transmiten y la acción terapéutica buscada - reforzar (+) o debilitar (-) dichos atributos-. Los primeros consisten en atracción, juventud, delgadez y femineidad/masculinidad; mientras que los segundos son cansancio, tristeza, enojo y flacidez.

La gran innovación de MD Codes Visionary está en identificar la combinación de códigos para tratar áreas del rostro que están directamente ligadas a emociones específicas, y de esta manera, definir el procedimiento y las técnicas más adecuadas para promover resultados más eficaces.

El especialista destaca que, al momento de planificar el tratamiento, debemos iniciar con aquellos procedimientos que permiten debilitar los atributos negativos, para luego reforzar aquellos positivos: "El primer paso es limpiar la cara, para que deje de transmitir mensajes negativos, como cansancio o enojo. Luego, avanzamos en la búsqueda de aquellos atributos positivos deseados: mayor atracción, juventud, etc. Es importantísima esta jerarquía de los procedimientos, porque si no tendríamos como resultado la apariencia de un joven cansado, antes que un rostro rejuvenecido y fresco", ejemplifica de Maio.

Un tratamiento planificado permite organizar el orden de los procedimientos, priorizando aquellos de mayor impacto frente a los que se consideran de refinamiento. En este punto el especialista sostiene que es fundamental que el médico, desde su perspectiva en tanto experto, pueda explicar de manera clara la estrategia de tratamiento a los pacientes y los objetivos que se logran al inyectar las distintas áreas. La mirada tridimensional que proponen los MD Codes consiste en comprender que ciertas zonas del rostro mejoran cuando tratamos otras cercanas, por ello es fundamental que el profesional pueda demostrarle al paciente cómo un tratamiento integral del rostro genera mejores resultados.

La expertisse del profesional es el gran diferenciador en tanto es éste quien puede determinar cuál es el tratamiento que el paciente necesita, en función de los resultados que se desean obtener. Hay que cambiar el foco de lo que quiere el paciente – que suele reducirse a eliminar síntomas- y tratar de comprender lo que éste siente, ayudarlo a reconocer las señales faciales que transmite y analizar cuáles son los mensajes que desea que comunicar.

Los atributos emocionales que cada persona desea debilitar o reforzar tienen que ver con la trayectoria personal de cada individuo, sus ámbitos laborales y sociales, entre otros factores. Pero sin dudas son grandes las ventajas que un mensaje facial positivo puede conllevar en nuestras relaciones personales y profesionales. "No buscamos corregir líneas, sino que debemos enfocarnos en los mensajes emocionales del rostro; tratar emociones antes que arrugas. El objetivo es que estos mensajes reflejen los sentimientos internos de las personas, que muchas veces no se condicen con la imagen que devuelve el espejo. ¿Cuántas veces nos han peguntado qué nos pasa o si dormimos bien, cuando en realidad estamos descansados? ¡Aquí están actuando las señales faciales!", dice de Maio.

Los tratamientos con rellenos inyectables de ácido hialurónico no requieren cirugía ni tienen downtime, y tampoco dejan cicatrices. Sus efectos son temporales, si bien su duración suele superar los 18 meses, y los procedimientos se realizan en consultorio, en sesiones de pocos minutos. Un Plan inicia con los tratamientos que afectan a la estructura del rostro, luego al contorno y por último atendemos aquellos aspectos de refinamiento, como pueden ser las arrugas conocidas como código de barras. Es decir, no hay que tratar en primera instancia los síntomas del envejecimiento sino intervenir en aquellos procesos indirectos que generan dichos signos.

Para concluir, de Maio destaca: "Es importante contemporizar nuestra apariencia con la esperanza de vida que continúa en aumento alrededor del mundo: cada vez vivimos más años, y estamos aptos y deseosos de mantener una vida social y cultural activa a edades más avanzadas."