Se debe encontrar un equilibro entre los alimentos de mayor y menor calidad nutricional y la actividad física que realicen los niños. Recomendaciones de la Dra. Florencia Nemirovsky, médica pediatra nutricionista y asesora de NutriBaby Argentina.
¡Balancear los alimentos es la clave!
Esto se logra eligiendo entre los alimentos que son buenos comer todos los días y los que son recomendables consumir con moderación. No hay alimentos buenos o malos, sino buenas o malas elecciones a la hora de comer. Balancear las opciones es la clave de una alimentación saludable.
Generalmente los alimentos más ricos en energía, grasas y/o azúcares son los más tentadores, pero también aportan muchas calorías y pocos nutrientes, es decir, que su valor nutricional no es tan bueno. Por eso, se pueden consumir teniendo en cuenta el tamaño de la porción y sin dejar de lado los alimentos de todos los días que son ricos en nutrientes y con un menor contenido de calorías.
Para lograr el equilibrio hay que realizar actividad física
El cuerpo es como una máquina que necesita combustible para funcionar, este combustible son los alimentos, que se “queman” en el cuerpo para proporcionar la energía necesaria para realizar las actividades diarias. El cuerpo necesita cierta cantidad de energía para cumplir con sus funciones básicas como respirar y digerir los alimentos (metabolismo basal), pero la necesidad de energía extra va a depender de la actividad física que se realice.
La actividad física y sus beneficios
La actividad física es cualquier movimiento voluntario del cuerpo producido por los músculos que requiere energía adicional a la que el cuerpo necesita para mantener las funciones vitales (respiración, circulación de la sangre, etc). Cuando se realiza actividad física durante 30 minutos o más, cinco veces por semana o más, se dice que es actividad física regular. Esta última induce cambios o adaptaciones en el organismo que disminuyen el riesgo de padecer enfermedades como la cardiovascular, diabetes, obesidad, hipertensión arterial y colesterol elevado.
¿Qué diferencia hay entre el ejercicio físico y el deporte?
El ejercicio es toda actividad física planificada, organizada y repetitiva, con el objetivo de mantener o mejorar la forma física. El deporte, en cambio, es todo ejercicio físico que se realiza siguiendo reglas que conjugan actividades físicas con otras características de la persona. Tiene la doble vertiente del ejercicio y de la competición.
¿Por qué es bueno practicar actividad física?
La actividad física practicada de manera regular y programada en los niños y adolescentes, les permite desarrollar movimientos, cuerpos más fuertes, mantener la mente sana, pensar más claramente, controlar el apetito y el peso, disminuir la tensión emocional y, sobre todo, los hace sentir mejor. Más aún, mejoran su rendimiento escolar.
La actividad física es esencial para mantener y mejorar la salud y para prevenir enfermedades en todas las personas y a cualquier edad. Pero también ayuda a que los chicos desarrollen: confianza en sí mismos, compromiso con el ejercicio, actitud positiva hacia la actividad física, deseos de auto superación y capacidad para disfrutar la actividad física.
En niños con hábitos de escasa actividad física, que no se mueven mucho, pueden ocurrir trastornos de la imagen corporal o falta de creatividad para jugar. Esto explica la necesidad de implementar planes de actividad física en forma regular y fomentar hábitos saludables desde la familia y la escuela para sostenerlos en el futuro, porque el ser activo o estar en movimiento brinda beneficios para el crecimiento y desarrollo saludable.
Beneficios fisiológicos:
- La actividad física reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta y diabetes.
- Ayuda a controlar el sobrepeso, la obesidad y el porcentaje de grasa corporal.
- Fortalece los huesos, aumentando la densidad ósea y los músculos
- Mejora la capacidad para hacer esfuerzos sin fatiga.
Beneficios psicológicos:
- Mejora el estado de ánimo.
- Disminuye el riesgo de padecer estrés, ansiedad y depresión.
- Aumenta la autoestima y proporciona bienestar psicológico.
Beneficios sociales:
- Fomenta la sociabilidad.
- Aumenta la autonomía y la integración social (estos beneficios son especialmente importantes en el caso de discapacidad física o psíquica).
Beneficios adicionales en la infancia y adolescencia:
- Contribuye al desarrollo integral de la persona.
- Controla el sobrepeso y la obesidad (en esta etapa, el control del sobrepeso y obesidad es muy importante para prevenir la obesidad adulta).
- Mejora la mineralización de los huesos y disminuye el riesgo de padecer osteoporosis en la edad adulta.
- Mejora la maduración del sistema nervioso motor y aumenta las destrezas motrices.
- Aumenta el rendimiento escolar y la sociabilidad.
- Produce bienestar y mejora el humor.
Con el ejercicio, el cerebro libera unas sustancias químicas llamadas endorfinas. El cerebro, la hipófisis y otros tejidos producen diversas endorfinas que pueden reducir la sensación de dolor y producir un estado de euforia.
Es probable que la mejora en el bienestar que sigue al ejercicio físico se deba a una combinación de mecanismos psicológicos y fisiológicos.