Esta es la estación favorita de muchos porque es sinónimo de días más largos, paseos al aire libre y vacaciones. Sin embargo, existe un lado oscuro del sol que provoca daños en nuestra piel y envejecimiento prematuro. Conocé los consejos expertos de los cuidados post bronceado que tu cuerpo necesita.
El verano nos deja un montón de momentos inolvidables como las vacaciones, los días de sol, miles de selfies que nos sacamos en la playa o en la pileta, los paseos al aire libre y las jornadas eternas, gracias a las horas extras de luz natural. Pero hay un lado B que más de una preferiría olvidar: la exposición solar, el agua salada, el cloro de la piscina y las altas temperaturas pueden causar daños severos en nuestra piel.
Podríamos decir que el principal problema, una vez que termina la época estival, es la deshidratación. El verano colabora con la pérdida de humedad de la piel, y a esto se le suma el sol, que provoca fotoenvejecimiento, manchas y ocasionalmente acné, producto del exceso de sebo.
¿Cómo se produce el daño en la piel?
Los rayos del sol contienen fotones ultravioletas (UV), pequeños fragmentos de energía, que se pueden dividir en dos tipos: UVA y UVB. Ambos pueden causar daños masivos en la piel, comenzando en la superficie y extendiéndose profundamente hacia abajo. Los efectos de la luz solar UVB son absorbidos por la epidermis.
Para liberar la energía absorbida, las moléculas se deforman a través de las reacciones químicas y, como resultado, vemos manchas, melasma, zonas enrojecidas o quemaduras.
Los fotones UVA, por otro lado, más profundamente en la piel, causan daños a las proteínas de elastina y colágeno, que son dos componentes básicos para una sensación suave y un aspecto firme. Con el tiempo, esto se traduce en la descomposición molecular y la muerte de las células. Como final del proceso, la piel se envejece de forma prematura. Las estadísticas son alarmantes: el 90% del envejecimiento dérmico es el resultado del daño solar.
Entonces, ¿qué hacer una vez que volvimos de las vacaciones? En primer lugar, humectar la piel con cremas y serums antioxidantes e hidratantes es un gran paso. Por su parte, la limpieza profunda nos ayuda a eliminar células muertas y suciedad que se pudo haber acumulado en los poros. También es recomendable optar por mascarillas o tratamientos específicos que rehidraten la piel y la ayuden a recuperarse.
“Venus Freeze Plus™ es un tratamiento sin cirugía e indoloro, que utiliza avanzada tecnología de radiofrecuencia multipolar y campos electromagnéticos pulsados -la tecnología (MP)2 patentada por Venus Concept- para generar calor uniforme debajo de la superficie de la piel, incrementando las fibras de colágeno y elastina, obteniendo como resultado una piel más lisa y firme con un aspecto visiblemente más joven”, explica María Claudia Trujillo, Clinical Manager de Venus Concept, la empresa líder mundial en medicina estética.
Venus Freeze Plus™ incluye dos cabezales: DiamondPolar™ para tratamientos en zonas pequeñas y OctiPolar™ para zonas más grandes. Estos dos cabezales ligeros y ergonómicos funcionan con tecnología patentada (MP)2, y tienen dos características de seguridad avanzada -retroalimentación térmica en tiempo real y control automático de la temperatura- para mejorar la seguridad del paciente y facilitar su uso al operador.
“Este tratamiento específico no invasivo de tensado de la piel y anti-envejecimiento es seguro para todos los tipos de piel. Además, se puede usar tanto en el rostro como en el cuerpo y es totalmente indoloro. Es ideal para aplicar una vez finalizado el período de exposición para ayudar a la piel a rehidratarse, regenerarse y recuperarse de los daños causados por los rayos del sol”, suma Trujillo.