28
Jue, Mar

Viajar con cáncer: recomendaciones para las vacaciones

Typography

El diagnóstico de cáncer no tiene por qué paralizar a la paciente y dejarla encerrada en su casa. Viajar con esta patología, ya sea que esté estabilizada o en pleno tratamiento, es posible, pero requiere tomar precauciones y seguir las recomendaciones del oncólogo.


 Lo más importante, como en el caso de cualquier enfermedad crónica, es planificar con tiempo y estar preparada ante cualquier imprevisto.

Cada paciente con cáncer es única y tiene necesidades específicas, por eso el primer paso antes de pensar en armar las valijas es consultar con el médico tratante que será quien determine si es conveniente o no realizar el viaje, evaluará el estado físico y brindará recomendaciones puntales para proteger la salud. Se deberá adaptar el destino a las necesidades y cuidados de la paciente.

El camino de una enfermedad suele ser tedioso y doloroso, por lo que es fundamental que la paciente pueda descansar, relajarse y desconectar. Por otra parte, las vacaciones son un importante momento para la salud mental, física, familiar y social. Además de ser un tiempo de recreación para estar con los seres queridos, también es una oportunidad para poder afrontar el resto del camino desde otro lugar y con las energías renovadas.

Recomendaciones para viajar con Cáncer

-Programar una cita con el médico: Este encuentro servirá para consultarle si hay alguna recomendación o restricción que se deba tener en cuenta a la hora del viaje y solicitarle las recetas de los medicamentos (verificar la cantidad necesaria hasta el regreso y una cantidad adicional como precaución), antibióticos para posibles infecciones y cualquier otro tipo de medicamento para aliviar síntomas como náusea, diarrea o dolor. Además, para pedirle una carta en la que se detalle el diagnóstico, el tratamiento que se está realizando y los medicamentos prescriptos, que la paciente deberá llevar consigo durante el viaje.

-Tener a mano los registros médicos: Estando lejos de casa es difícil acceder a una historia clínica y al momento de una urgencia es vital con esta información. Para eso, se recomienda, como mínimo, llevar alguno de estos registros: una lista de los tratamientos actuales y anteriores, copia de un electrocardiograma, notas recientes de la visita al médico y el listado de los medicamentos (nombre del medicamento, dosis recetada, información de la farmacia). Hay que asegurarse que un familiar también tenga una copia.

-Llevar la tarjeta del fabricante del dispositivo médico implantable: Aquellos pacientes que posean un dispositivo implantable (marcapasos, bomba de insulina, bomba de medicamentos para el dolor, estimulador espinal, puerto de quimioterapia, etc.) deben llevar la tarjeta del fabricante. Cuando colocan el dispositivo dentro del cuerpo entregan una tarjeta, también llamada tarjeta de dispositivo médico, que incluye información importante sobre el dispositivo. Esta información ayudará también a pasar el control de seguridad del aeropuerto de la manera más segura y menos intrusiva posible.

-Tener cuidado con las infecciones: Estar en espacios reducidos, como en un avión, facilita la exposición a gérmenes que causan infecciones. En el caso de los pacientes con cáncer el sistema inmunológico puede verse debilitado, por lo que es recomendable la utilización de una máscara médica que proporcionará una fuerte protección contra virus y bacterias que se encuentran en el aire. Para tener en cuenta: las máscaras sirven para un viaje y son desechables.

-Seguro médico: Verificar con el seguro médico que se tendrá cobertura en el destino del viaje y en qué condiciones. Es importante llevar la tarjeta de seguro médico, número de teléfono del médico tratante y toda la información necesaria ante una emergencia.

-Extras según el paciente: Dependiendo de la paciente, el médico podrá recomendar determinados elementos para llevar de viaje. Como en el caso de aquella persona que haya sufrido una mastectomía con extirpación de ganglios deberá usar una manga de compresión en el brazo para aliviar la inflamación y el dolor provocado por el linfedema (especialmente en la cabina del avión).

-Tips durante el traslado: Es importante tener en cuenta algunas cuestiones. Muchos tratamientos para el cáncer incrementan el riesgo de trombosis, para evitarla -sobre todo en trayectos largos- el paciente deberá levantarse cada hora y moverse un poco. Además, deberá lavarse las manos frecuentemente para disminuir el riesgo de padecer una infección y llevar siempre todos los medicamentos, el informe médico y las recomendaciones del oncólogo en el equipaje de mano.

-Ojo con el sol: Se aconseja evitar la exposición excesiva al sol y usar siempre una crema protectora solar con un FPS de 30 o más, debido a que algunos medicamentos aumentan la sensibilidad al sol. En el caso de elegir playa, estar a resguardo bajo una sombrilla y cubrir siempre la zona irradiada si es que se ha hecho radioterapia. Se pueden realizar caminatas en los horarios donde el sol no es peligroso para aprovechar las propiedades de los rayos solares, como el aumento de la Vitamina D.

-Otras cuestiones importantes: Se debe mantener la zona irradiada siempre seca y aplicar loción hidratante cada vez que se pueda, evitar beber alcohol, regular el horario de descanso, viajar con un equipaje lo más ligero posible y comer con cierta cautela, evitando los bufés y el pescado, la carne y las verduras crudas.

La salud es lo más importante que tenemos, y hay circunstancias que impiden realizar un viaje. En el caso de los pacientes con cáncer será el oncólogo quien deberá tener la última palabra sobre la posibilidad de realizarlo.

El cáncer no debe limitar la vida y viajar es posible, pero siempre tomando las precauciones necesarias.