Mientras el país atraviesa una nueva ola de Coronavirus y más restricciones, pienso en la flexibilidad, la adaptación y la resiliencia que esto requiere por parte de todos los ciudadanos argentinos.
Con la Segunda Ola de Covid-19 y la nueva cepa Manaos, que ya circula en el territorio nacional, también llegó la incertidumbre y el miedo. ¿Cómo afrontar un contexto tan incierto? ¿Cómo continuar cuando la complejidad que nos atraviesa desde marzo del 2020 parece intensificarse día a día?
Las habilidades socioemocionales definen cómo juzgamos los cambios que acontecen y cómo los vivimos internamente. Es por eso que la complejidad de la pandemia nos exige el desarrollo de habilidades sociales para abrirnos hacia cambios de hábitos que resultan vitales en lo individual, familiar, laboral, social, y comunitario.
En este sentido, la nueva realidad permitió que saquemos a la luz aquellas habilidades socioemocionales que tenemos más desarrolladas y dejó expuestas aquellas que aún debemos seguir mejorando.
Y digo seguir mejorando porque no existe la ausencia de estas capacidades, sino, más bien, habilidades poco desarrolladas. Todos los seres humanos, como seres sociales que somos, tenemos habilidades sociales y emocionales que pueden ser entrenadas en cualquier momento de la vida.
La capacidad de regular las emociones será la que definirá el tiempo que tomará lograr una emocionalidad favorable para accionar. La flexibilidad y la apertura a nuevos escenarios determinarán la manera de afrontar esta circunstancia, mientras que gracias a la resiliencia muchos podrán conseguir otros modos de generar un ingreso, o conseguir una nueva forma de movilidad, etc.
¿De qué otra manera podemos interpretar los cambios o las circunstancias que nos sorprenden? Ya que pensar en otros modos aliviana aquel primer juicio tan tremendo que nuestra mente nos arroja.
Y, por último, apelo a la autonomía o autogestión responsable de cada uno. Pues a medida que recuperamos nuestras libertades personales, estará en nuestras manos la capacidad de obrar de manera responsable y empática con todos aquellos que nos rodean.