Cáncer de mama en Argentina: es el más frecuente en las mujeres con casi 20 mil casos por año

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Octubre es el mes de concientización del cáncer de mama, designado desde 1983 por la OMS (Organización Mundial de la Salud) con el objetivo de promover, estimular y difundir información acerca de la importancia de la detección temprana del cáncer de mama. Es también durante Octubre Rosa que cada 19 se celebra el Día Internacional de la lucha contra el cáncer de mama como recordatorio del compromiso de nuestra comunidad en la lucha contra esta enfermedad.


 No obstante, hay que hacer mención al 2020, en el cual debido a la pandemia por COVID 19, los controles de rutina y la detección temprana disminuyeron drásticamente, aunque este año los conocimientos y las herramientas adquiridas permitieron retomar las actividades de manera correcta, respetando los protocolos de seguridad, tanto para los pacientes como para los médicos.

Pese a que la mayoría de las veces desconocemos la causa que provoca la aparición del cáncer de mama, se han logrado identificar factores de riesgo que pueden estar involucrados en el desarrollo del mismo. ¿Por qué es tan importante conocer y entender cómo se origina esta enfermedad?

Porque lamentablemente, con casi 20.000 casos por año, el cáncer de mama sigue siendo el tumor maligno más frecuente y es la segunda causa de muerte por cáncer en la mujer en la Argentina. Sin embargo, también sabemos que esta enfermedad detectada a tiempo, en la mayoría de los casos tiene chances de curación mayores al 90%.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Los factores de riesgo no modificables son la edad, el sexo y el riesgo hereditario.

Entendiendo que, a mayor edad, ser mujer o presentar muchos antecedentes de cáncer de mama en la familia, aumentan el riesgo de padecerlo.

Sin embargo, existen otros que sí podemos controlar para reducir las posibilidades. Es aquí donde podemos actuar. La Asociación Argentina de Cirugía aconseja llevar un estilo de vida saludable y adoptar hábitos que contrarresten a los factores de riesgo modificables. De esta manera, mantener un peso adecuado, hacer ejercicio con regularidad, limitar el consumo de alcohol, no fumar y tener una dieta variada y nutritiva según necesidades, contribuyen a disminuir el riesgo.

La importancia del chequeo mamario

A pesar de todas estas medidas, sigue siendo de vital importancia el control mamario. El mismo puede comenzar en casa, con el autoexamen mamario, el cual se sugiere realizar 1 vez por mes, y tiene como objetivo que la mujer conozca su mama y pueda identificar la presencia de algún cambio. Es una herramienta sencilla y práctica para detectar algún problema. ¿Cuáles son las pautas de alarma?

Evidenciar un nódulo nuevo en la mama, observar una retracción o hundimiento de la piel de la mama o del pezón, notar enrojecimiento o aumento del grosor de la piel de la mama, entre otros.

No obstante, aquellas pacientes que este tipo de actividad le resulte compleja de realizar, se les recomienda directamente que acudan al control con su médico especialista. Por tanto, todas las mujeres, se hagan o no el auto examen mamario deben realizar un control con el especialista 1 vez por año.

¿Cómo debe ser el control anual?

Es fundamental conocer detalles de la paciente a través de un interrogatorio exhaustivo que realizará el profesional, la realización de un examen físico completo de mamas y axilas, la ayuda de los estudios por imágenes, en general con la utilización de la mamografía y el complemento de la ecografía. Esta última es de gran utilidad en pacientes menores de 40 años.

En grupos seleccionados, luego de evaluar la historia personal y familiar y en caso de detectar que la paciente pueda tener un riesgo más elevado, se recomienda un control más cercano (cada 6 meses) y el agregado de la resonancia mamaria como estudio por imágenes, además de la posibilidad de analizar su riesgo a través de una consulta con un Genetista.

¿Qué pasa cuando se detecta?

Antiguamente a la paciente que se le confirmaba un diagnóstico de cáncer de mama contaba con la posibilidad de ser tratada por médicos especialistas (mastólogos, oncólogos, radioterapeutas, especialistas en imágenes mamarias) que, trabajando por separado, decidían las conductas a tomar. De alguna manera y en algunos casos, esta cuestión demoraba la obtención de resultados y por ende las chances de curación.

Hoy en día, y gracias al avance de la ciencia y la tecnología, la paciente cuenta con un grupo multidisciplinario de especialistas (se agregan genetistas, nutricionistas, psicólogos, kinesiólogos, etcétera) que, trabajando en equipo y discutiendo cada caso de manera individual, permiten tener una visión más completa de la paciente y desarrollar en conjunto un plan de tratamientos a medida de cada caso en particular.

Por lo tanto, conociendo los efectos, a quienes puede afectar esta enfermedad y entendiendo la manera de detectarla, vamos a poder darle pelea. De esta manera, podremos actuar a tiempo y contar con pronósticos favorables que nos brinden la posibilidad de acceder a altas chances de curación.