¿Abdomen fuerte o competente?

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A menudo deseamos abdominales marcados (hipertónicos) porque culturalmente aceptamos su belleza y porque hemos escuchado que hacer abdominales es bueno para la salud. Sin embargo, “reducir la cintura implica salud siempre y cuando tomemos un camino saludable para lograr la meta”, destaca Mariel Bobek, Directora Argentina de Low Pressure Fitness y Fundadora de Postural Point.

 

 Es fundamental comprender la diferencia entre un abdomen fuerte y un abdomen competente.

Independientemente de cuál sea el peso en la balanza y el contorno en la cintura, nuestro abdomen debe ser competente. Ello significa que debe ser capaz de cumplir las funciones para la cual fue creado: Sostener nuestra columna y contener la presión que ejercen nuestros órganos internos.

En el afán de conseguir hipertonía abdominal de la forma tradicional, se provoca un aumento en la presión interna de nuestras cavidades torácicas, abdominales y pélvicas. En consecuencia,  el diafragma se vuelve cada vez más rígido dificultando la respiración, el abdomen recibe la presión y deja de funcionar como faja de contención y el suelo pélvico se debilita, provocando lesiones y patologías.

Ese abdomen que se ve tan fuerte, es incapaz de gestionar la presión interna saludablemente, tanto como aquel que nunca se ha entrenado.

Una faja abdominal que no actúa como corset provoca dolores lumbares, órganos que protuyen hacia afuera, hernias, diástasis, estreñimiento debilitamiento del suelo pélvico que devienen en incontinencia, prolapsos, prostatitis, problemas sexuales, baja autoestima y perjuicio respiratorio.

Una vez comprendida la necesidad de una faja abdominal competente, el camino para lograrlo también debe ser saludable.

El método Low Pressure Fitness es un entrenamiento postural y respiratorio global, que reeduca la coactivación coordinada del diafragma torácico, el abdomen y el suelo pélvico. Una vez reeducada, la faja abdominal se comporta como un corset que cumple su función de sostén y contención ante el aumento de las presiones internas provocadas tanto en las actividades cotidianas como en el deporte, la danza y el canto. 

Consiste en secuencias de movimientos de autoelongación, (stretching miofascial y neurodinamia)  acompañados de técnicas hipopresivas.

Los ejercicios abdominales que se hacen con esta técnica, no provocan dolor alguno sino que, por el contrario, la zona se siente fortalecida y sin malestares musculares.

Es accesible a todas las edades y condiciones físicas, siempre guiado por un entrenador certificado en Low Pressure Fitness que sabrá realizar las modificaciones necesarias cuando el alumno presente patologías o condiciones especiales como embarazo y postparto.

Entrenar saludablemente, es empoderarnos para ser artífices de nuestro bienestar físico y emocional, para toda la vida.