Cuidados de una cardiopatía congénita

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Si bien se estima que uno de cada cien recién nacidos presenta alguna cardiopatía de este tipo, una vez diagnosticado y tratado adecuadamente se podrá disminuir la mortalidad, mejorar el pronóstico y la expectativa de vida, logrando llegar a la edad adulta gracias al acceso a un tratamiento oportuno.

 

 ¿Qué son las cardiopatías congénitas (CC) y cómo se detectan?

"Se trata de defectos del corazón y/o de los vasos sanguíneos que se producen debido a un desarrollo anormal durante la vida fetal. Los controles ecocardiográficos durante el embarazo pueden detectar alteraciones anatómicas o funcionales del corazón del feto. Asimismo, el examen pediátrico del recién nacido es fundamental para el diagnóstico por la existencia de soplos o arritmias que en la edad adulta podrán ser tratadas", explica la Dra. María Amalia Elizari, Jefa Sección Cardiopatías Congénitas del Adulto del ICBA Instituto Cardiovascular.

Existe una gran diversidad de cardiopatías. La alteración del desarrollo puede localizarse en cualquiera de las estructuras cardíacas y/o de los vasos sanguíneos y los defectos pueden presentarse aislados o combinados generando un enorme espectro de malformaciones.

Según el tipo de cardiopatía y el grado de compromiso de la función cardíaca normal pueden afectar al individuo precozmente, en el nacimiento o a lo largo de las distintas etapas de su vida. Existen algunas patologías que de no corregirse en la etapa neonatal pondrán en riesgo la vida del recién nacido; otras generan síntomas durante la infancia o adolescencia y, finalmente, aproximadamente un 30%, se mantienen asintomáticas hasta la vida adulta siendo detectadas en chequeos de rutina.

¿Qué signos y síntomas hay que tener en cuenta para detectarlas?

Según los expertos profesionales del ICBA, "la presencia de coloración azulada de la piel (saturación arterial de oxígeno baja), la dificultad para alimentarse normalmente o ganar peso en los bebés, defectos en el crecimiento, la fatiga en la infancia y adolescencia, las palpitaciones y, obviamente,  la detección de soplos o hipertensión arterial en los controles médicos, son todos trastornos que pueden estar vinculados a una CC".

Existen distintos tratamientos para la reparación de los defectos cardíacos congénitos que pueden ser quirúrgicos o percutáneos (intervenciones que se hacen por cateterismo sin necesidad de operar al paciente). En algunas cardiopatías complejas y severas como la presencia de un solo ventrículo (el corazón normalmente tiene 2), el tratamiento quirúrgico mejorará la calidad y expectativa de vida de este grupo especial de pacientes.

"Para destacar, se ha avanzado también en el tratamiento invasivo de las arritmias cardíacas (una de las complicaciones más frecuentes) accediendo al corazón con catéteres a través de arterias y que permiten eliminar circuitos eléctricos patológicos mediante la ablación por radiofrecuencia o crioablación", agrega la especialista.

¿Existen limitaciones para vivir con una CC?

"Gracias a los avances en el tratamiento y sus resultados, más del 90% alcanza la vida adulta. De todas formas, la capacidad funcional dependerá del tipo de cardiopatía. La mayoría de los pacientes pueden realizar múltiples actividades, incluyendo casi todos los deportes recreativos. Si la cardiopatía es compleja, en el caso de deportes competitivos, se requerirá una evaluación exhaustiva teniendo en cuenta los riesgos individuales de cada paciente", responde Elizari.

Existen situaciones particulares en el seguimiento de algunos pacientes para evitar o disminuir complicaciones; por ejemplo, en pacientes mujeres en edad fértil con cardiopatías graves, se debe evaluar la necesidad de anticoncepción y los riesgos potenciales de un embarazo. Realizar una evaluación genética en casos que exista transmisión hereditaria de la patología.

Un mensaje importante es que aquellos pacientes que presentan una condición crónica deben realizar su control cardiológico de por vida. Esto les permitirá seguramente alcanzar una mejor calidad y expectativa de vida y reducir las complicaciones en la evolución.

Por otra parte, respetar el calendario de vacunación, realizar el control odontológico periódico y mantener una vida saludable, realizando actividad física y estricto control de los factores de riesgo cardiovasculares, son pilares fundamentales para la prevención.

"Sin dudas, el ejercicio físico adecuado para cada paciente y los programas de rehabilitación cardiovascular en aquellos casos que requieren realizar actividad física supervisada y llevar una alimentación saludable son claves para la salud física y mental. La posibilidad de realizar encuentros recreativos en grupos de pares con cardiopatías similares mejora la calidad de vida", remarca Elizari.

El seguimiento por cardiólogos especializados en el cuidado de esta categoría de pacientes disminuye el riesgo de complicaciones en la evolución. "Es muy importante que los centros cardiológicos de referencia cuenten con especialistas en pacientes adultos con cardiopatía congénita para lograr estos objetivos", concluye Elizari.