Equilibrá tus emociones a través del color

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 Si observás a tu alrededor, lo que llevás puesto, la decoración de tu casa, incluso la comida que consumís, es fácil saber qué colores están más presentes en tu vida: es un reflejo de las motivaciones, actitudes y creencias.

 


Imaginá  que iluminás tu interior con una linterna, ¿qué sentís? ¿de qué color es? Parecerá una locura pero internamente nuestro inconsciente también se expresa en
color. El hemisferio derecho se encarga de asociar estados emocionales a colores. De ahí que en el imaginario colectivo encontremos listas de significados del color.

 

En el fondo el color es una interpretación subjetiva y además de usarlo por fuera,  dentro nuestro se expresa y habla del inconsciente: a este fenómeno podemos llamarlo «Estado Cromático Interno» – Rose Albright.

 

Recordá que la imagen es el lenguaje del inconsciente y el color su parte más abstracta y misteriosa.


Tres principios básicos de la Energía del Color:


Existen tres colores primarios de los que salen todas las combinaciones posibles de los tonos y matices que somos capaces de percibir, y cada uno de ellos expresa un tipo de energía:

 

-Rojo: fuerza y acción.

-Azul: Fluidez, movimiento y reflexión.

-Amarillo: mente creativa y activación mental.


¿Cómo saber cuál es nuestro Estado Cromático?


Tendemos a elegir los colores según las circunstancias que vivimos y también por lo
que nos hace sentir. El cerebro reacciona y necesita expresar fuera sus estados en función de la actividad que vaya a desarrollar. Las asociaciones que hacemos con el color no son mera cuestión de gusto; son experiencias universales con origen en el inconsciente.


Pasos para saber cuál es el Estado Cromático Interno:

 

-Pensá en cada uno de los colores: blanco, naranja, amarillo, rojo, violeta, azul verde y negro, y de ellos elegí el que te impacta positivamente y con el cual sentís sintonía y luego anotá lo que pensás y  lo que te provoca.

 

-Investigá qué está expresando ese Estado Cromático Interno:

 

Blanco:
(+) Paz, pureza, frescura, apertura, reflexión total. Se da la percepción del espacio.

(-) Obnubilación, frialdad o antipatía y energía práctica.

Amarillo:
(+) Alegría, optimismo, entusiasmo y afán de progreso, activación mental.

(-) Depresión, odio y ansiedad.

 

Naranja:
(+) Relaciones, satisfacción, calidez, confort, seguridad, pasión, diversión, estímulo y sensualidad.

(-) Sensación de privación, ausencia de seriedad, exaltación.


Rojo:
(+) Acción, dinamismo, pasión, energía, coraje y fuerza.

(-) Agresión, tensión, alteración de la visión real de las cosas.

 

Violeta:
(+) Verdad, espiritualidad, sabiduría, intuición, contemplación profunda, realeza, meditación y sensación de calidez.

(-) Vanidad, egocentrismo, asco, introversión y represión.


Azul:
(+) Confianza, equilibrio, tranquilidad, armonía, movimiento, satisfacción, fluidez.

(-) Frialdad, hostilidad, melancolía y tristeza o ausencia de emociones.


Verde:
(+) Despertar, crecimiento, frescura, renovación, vitalidad, salud, relajación activa, naturalidad y perseverancia.

(-) Estancamiento, debilidad y aburrimiento.

 

Negro:
(+) Elegancia, seguridad, eficiencia y sofisticación.

(-) Limitación, negación, pesadez, agresión, miedo y obstáculos.


¿Qué estado te evoca? ¿Es positivo o negativo? ¿Cómo te querés sentir? Interesante, ¿verdad?


Armonizá tus emociones usando la rueda del color


Conociendo tu Estado Cromático Interno podés influir en tus emociones y sentimientos. Para ello usá la rueda del color y encontrá el tono complementario para aplicarlo en tu vestuario y entorno.

 

Según sentís que tus emociones evolucionan y se transforman, volvé a hacer el test
cuando lo necesites, apoyate en esta sencilla herramienta.