Yoga para niños

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El yoga es extremadamente beneficioso para las personas, es una de las actividades más completas porque involucra a todo el cuerpo, la mente y el espíritu.

 

 Las rutinas de nuestros hijos pueden volverse extremadamente sedentarias, por este motivo, pueden acumular estrés y tensión. Por lo tanto, la práctica del yoga puede ayudarles a relajarse y a concentrarse.

El yoga para niños es diferente al de los adultos, debe ser un juego, un momento de distracción donde no hay reglas estrictas que seguir, sino momentos de relajación y paz.

¿Cuáles son los beneficios?

El yoga hace que las condiciones psicofísicas sean estables y que se desarrollen las habilidades cognitivas y sociales. Aquí enumeramos los principales beneficios que el yoga les brinda a los niños:

-Formación de una postura correcta. ¿Cuántas veces ves a tu hijo con la espalda arqueada mientras come o hace la tarea? Para evitar el dolor de espalda severo, la práctica del yoga puede ayudar a asumir una postura correcta.

-El desarrollo de confianza en sí mismo hacia su cuerpo: tu hijo necesita aprender a aceptar su cuerpo desde una temprana edad para amarse a sí mismo.

-Respeto: el yoga no es solo un ejercicio físico sino también mental, y ayuda a tener respeto por uno mismo, el planeta y las personas que los rodean.

-Ayuda a entender cuando uno necesita relajarse: El yoga va a ayudar a tu hijo a ser más consciente que pasar tiempo con uno mismo es esencial para la salud.

-Expresar emociones: gracias a esta actividad, va a ser más fácil desahogarse y deshacerse de cualquier tipo de negatividad.

-Reducción del estrés y la ansiedad: el yoga es una forma de meditación que ayuda a recuperar la concentración y que permite afrontar mejor los problemas de la vida cotidiana.

-Estimula la capacidad de aprender: desarrolla la curiosidad, una habilidad importante que puede ser muy útil en el futuro.

¿Qué tipo de poses de yoga son para los niños?

Hay muchas poses de yoga (también conocidas como asanas), pero aquí recomendamos nuestras 6 favoritas para principiantes: algunas son muy simples y otras un poco más complicadas, así que pueden tomar más tiempo y práctica.

-Perro boca abajo: Con las piernas y los brazos firmemente en el suelo se levanta el cuerpo creando un triángulo, este es el ejercicio perfecto para estirar la columna vertebral.

-Postura del árbol: con las manos arriba, se levanta una pierna y se coloca el pie al costado de la rodilla de la otra pierna a gusto.

-Cobra: empieza por acostarse boca abajo en el suelo con las piernas extendidas atrás, luego poner las manos bajo los hombros y subir el cuerpo mientras se hace presión hacia abajo con la parte superior de los pies. Esta posición resuelve las actitudes incorrectas de la columna vertebral.

-Postura de cara de vaca: cruzando las piernas y uniendo las manos detrás de la espalda (un brazo levantado y doblado hacia atrás y el otro doblado por debajo), se abre el pecho y se extienden los tobillos, caderas, muslos, hombros y axilas.

-Postura del arco: con el cuerpo boca abajo, agarrar los tobillos y doblar las rodillas, luego levantar lentamente del suelo las extremidades, manteniendo los pies alejados de la cabeza. Esta posición estimula los órganos abdominales y reduce el estrés.

-Postura de cadáver: acostados boca arriba en el suelo, entrar en un estado de total relajación con el cuerpo y la mente. ¡Puede parecer muy fácil de hacer, pero requiere la máxima concentración!

Probá estas poses junto con tu hijo y tal vez introducir un asana extra cada semana. Internet es muy útil para encontrar muchas poses, por ejemplo, en YouTube podés encontrar muchos tutoriales explicados por profesionales.

La práctica del yoga es ideal especialmente para niños ansiosos y agresivos pero es recomendable para todos. Es fácil, todo lo que se necesita es una colchoneta, una habitación tranquila en casa donde poder moverse libremente y algo de música relajante.

¡Junto con tu hijo, pueden desconectarse del resto del mundo para centrarse solo en sí mismos!