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Mar, Abr

Recetas de liderazgo

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Es increíble ver emprendedores que en busca de desarrollar un negocio, forman equipos excelentes y luego fracasan. Muchas veces el gran problema es la gran carga emocional de frustración que traen a los negocios derivada de sus familias, amigos o espacios diversos.

 

 Quien no puede liderar su vida, no puede liderar un equipo efectivamente.

Si en la vida somos desordenados, los equipos que lideremos tenderán a recibir de nosotros el mismo activo. Si no sabemos asignar roles y lograr acuerdos en casa, mucho menos lo haremos en los negocios.

El hogar, los compañeros de deportes o de ocio son quienes nos van a permitir desarrollar grandes habilidades de liderazgo para nuestras vidas, no lo lograremos hacer si trabajamos sólo con los equipos laborales.

Las emociones en la familia afloran en forma más intensa, espontánea y explosiva, lo mismo sucede con nuestros grupos de amigos e, incluso, compañeros de espiritualidad por lo que cada día se vuelve una hermosa oportunidad de aprender a comunicar ser pacientes, tolerantes, humildes, decididos, rectos, firmes y voluntariosos entre tantas otras cualidades que todo líder necesita.

Primero ordenemos nuestras vidas para luego intentar contribuir en forma sustanciosa en lo profesional, verás que mientras más ordenado tu día a día familiar, más ordenada tu agenda laboral estará.

Aprendamos hoy que liderar nuestras vidas es el primer paso para liderar equipos, auto control, auto conocimiento, auto suficiencia, auto crítica, todos autos que se volverán colectivos si tomamos el rol de líder con una clara vocación educativa.