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Vie, Abr

Actividades manuales para hacer en familia y fomentar la creatividad en estas vacaciones de invierno

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Durante las vacaciones de invierno la pregunta común es qué hacer con los chicos en casa. Las tareas manuales como pintura, dibujo, arcilla, entre otras, son una alternativa posible si lo que buscamos es la desconexión digital. Cuando los hacemos partícipes en estas actividades, por ejemplo, en cerámica, jardinería e, incluso, carpintería, les damos la oportunidad de desarrollar la confianza en sí mismos, fortalecer su imaginación y creatividad, impulsar el deseo de auto superación y aprendizaje.

 

 Trabajar juntos en un proyecto es fantástico, siempre y cuando sepamos mantenernos pacientes y respetar sus ritmos, sin terminar haciendo todo nosotras.

Que les brindemos las herramientas para que sean capaces de resolver distintas situaciones con autonomía no significa que la persona adulta tenga que desaparecer dejándoles sierras, tijeras, destornilladores y alicates. "Es una tarea sumamente importante enseñarles cómo usar cada una de ellas con seguridad, para hacerles conscientes del riesgo que implican y puedan, por consiguiente, utilizarlas con suma responsabilidad. Además, es esencial remarcar la necesidad de utilizar siempre Elementos de Protección Personal (EPP) para minimizar las posibilidades de que ocurra un accidente", señala Santiago Suáres Del Mestre, Licenciado en Higiene y Seguridad y especialista en elementos de protección personal de Libus.

A continuación, se detallan cinco recomendaciones a tener en cuenta:

1. Herramientas. Las herramientas de plástico son ideales para las infancias por debajo de los tres años, ya habrá tiempo para utilizar las reales. Enseñale los nombres de cada herramienta y conseguí materiales para usarlas. Colocá un número a cada una con los puntos correspondientes en el banco de trabajo. Recordá que es vital trabajar de manera organizada para evitar accidentes.

2. La seguridad está primero. Antes de empezar a trabajar, pedile siempre que se ponga los elementos de protección personal -guantes, protección ocular, auditiva, respiratoria. Recordale, también, que es importante atarse el pelo.

3. Confianza para poder acompañar jugando. Es importante nuestro papel como adultos a la hora de decidir cuándo ofrecerles nuevas herramientas. ¡No les demos una responsabilidad más grande de la que pueden asumir!

4. Práctica. Cuando consideres que está listo, animate y dale una tarea para que haga solo o realicen de manera conjunta. Podés animarlo, por ejemplo, a que haga un cartel con su nombre para colgarlo en la puerta de su habitación. Escribile sus iniciales en la madera para que lo trace con clavos. Un tip: colocá un peine entre la cabeza y el martillo para que pueda sostenerlo y para evitar que se golpee los dedos. En cambio, si de jardinería se trata podés animarlo a usar las tijeras para hacer esquejes cuando sea época de poda. 

5. Proyectos compartidos. Ayúdalo a volar con su imaginación y a fortalecer su autoconfianza. ¡Involucrate! Seguro podemos implicarles en muchas de esas tareas de reparación o mantenimiento que normalmente hacemos solas e, incluso, contar con ellos a la hora de hacer pequeños inventos cotidianos, por ejemplo, un móvil de madera para el nuevo integrante de la familia.