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Jue, Mar

Diez consejos para calmar la ansiedad a la hora de alimentarnos

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Ya sea por estar aburridas, ansiosas, tristes o con ganas de hacer algo, comer suele ser una forma de sobrellevar el tiempo. Si a eso se le suma una ingesta desordenada desde la mañana, tendremos un día repleto de opciones nocivas para la salud que generarán angustia por mala alimentación, remordimientos y malestar general hacia una misma.

 

La ansiedad se relaciona muy frecuentemente con el hambre emocional, que aparece de forma repentina y con un deseo de consumir comidas específicas. Es verdad que cuando comemos alimentos que nos gustan, esa ansiedad suele calmarse pero sólo con un tiempo. Debemos saber que no tenemos que tapar ese sentimiento con la comida.

La ansiedad no es del todo mala, nos hace consciente del peligro, nos motiva a mantenernos organizadas y preparadas y nos ayuda a calcular los riesgos. Aún así, si no es controlada puede tener un gran impacto en la calidad de vida.

Con sólo cambiar algunos hábitos se puede hacer una gran diferencia para calmar la ansiedad y nutrir el organismo de forma saludable. Consumir una dieta rica en verduras, frutas, legumbres, cereales integrales y proteínas magras puede resultar útil.

Recomendamos  algunos tips para ayudar a controlar un poco el hambre emocional:

1. NO DESCUIDES TU ALIMENTACIÓN: intentá no saltear las comidas para evitar sentir mayor ansiedad y hambre durante todo el día.  

2. EVITÁ LOS PICOTEOS: así vas a poder registrar todo lo que estás consumiendo.

3. CUIDÁ LA CALIDAD DE LOS ALIMENTOS: Intentá incorporar alimentos reales y disminuir todos los productos ultra procesados ya que contienen altos contenidos de sodio, azúcar y grasas. Podés incorporar alimentos como legumbres, granos integrales, frutos secos y variedad de frutas y verduras.  

4. CUIDÁ LAS CANTIDADES: que un alimento sea saludable no quiere decir que podamos  consumirlo en gran cantidad. Los frutos secos son un claro ejemplo, si bien tienen una alta calidad nutricional, también son altos en calorías, por lo que deberíamos moderar su consumo.

5. PLANIFICÁ Y ORGANIZÁ TU SEMANA: podés crear menús semanales, organizar tu heladera y alacena y crear una lista de compras saludables. De esta forma, llevar a cabo una alimentación sana va a ser mucho más fácil y vas a ahorrar tiempo y dinero.


6. PROBÁ RECETAS SALUDABLES NUEVAS: vas a poder experimentar alimentos y preparaciones. Que una alimentación sea saludable no quiere decir que sea aburrida, solamente es animarse a cosas nuevas.

7. Dentro de tus posibilidades MANTENETE ACTIVA Y NO DESCUIDES TU DESCANSO NI TU HIDRATACIÓN

8. ¡Lo más importante! NO TE EXIJAS, si las cosas hoy no te salieron bien, mañana lo vas a poder intentar nuevamente, recordá que con pequeños cambios podemos lograr grandes resultados.

9. Es fundamental INGERIR 8 VASOS DE AGUA en el transcurso del día.

10. IMPLEMENTÁ DISTINTAS TÉCNICAS NUTRICIONALES como acompañar las colaciones con infusiones, tomar agua, condimentar los alimentos con cúrcuma, clavo de olor, romero, cardamomo, etc, (da más saciedad) y dejar compoteras de frutillas o arándanos listos para consumir.

Es muy importante entender que ante cualquier duda o inquietud debés consultar con algún profesional para que te pueda guiar y ayudar.