El cáncer de páncreas es una enfermedad agresiva y prevalente. En nuestro país ocupa el cuarto lugar en mortalidad por cáncer, tanto en
hombres (luego del de pulmón, colorrectal y próstata) como de mujeres (luego del de mama, colorrectal y pulmón). La mortalidad oscila entre el 75 y 90%.
La gran mayoría de los casos ocurre en personas entre los 60 y 80 años. Si bien su causa es multifactorial, se identifican factores de riesgo adquiridos claramente asociados como:
-Tabaquismo
-Sobrepeso y Obesidad
-Dieta rica en carnes rojas y procesadas
-Pancreatitis crónica
Además, un 10% de los casos se deben a factores genéticos hereditarios. La única modalidad curativa es la cirugía, pero lamentablemente, solo el 20% de los pacientes son resecables.
Hasta el momento, no existen métodos eficaces para el rastreo de esta enfermedad en estadios iniciales. Cuando se realiza el diagnóstico, el paciente ya suele presentar síntomas y se encuentra en estadios avanzados.
La utilización de esquemas de quimioterapia más modernos ha aumentado la sobrevida en pacientes metastásicos y ha permitido lograr la resección de algunos pacientes con tumores localmente avanzados.
En los últimos años también se han desarrollado terapias dirigidas contra alteraciones moleculares específicas, que han logrado mejorar el pronóstico en un subgrupo de pacientes, pero no alterar el curso de la enfermedad.
El cáncer de páncreas sigue siendo un desafío, por lo que la investigación es fundamental para avanzar en el desarrollo de nuevas terapéuticas que logren alcanzar mayores tasas de curación.