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Dom, Abr

Cómo llevar a cabo el rol de madre

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Para aquellas que son madres, y muchas veces se sienten agobiadas por las exigencias e idealizaciones de rol sobre lo que se supone debe ser y hacer una madre, una mujer y/o una esposa, modelos que se construyen y reconstruyen culturalmente, les propongo una vuelta a la simpleza o, en todo caso, descubrir la sabiduría de la sencillez y la honestidad.

Conectar con la autenticidad y el amor profundo e incondicional a la vida, en todas las manifestaciones de productividad, del fluir en el ejercicio de rol construyendo un espacio más genuino y autoarfirmante desde la maternidad y para la maternidad, colaborando en ese proceso con una sociedad más humana y amorosa, menos agresiva e impositiva.  

Desde ahí, y aprovechando la celebración del día de la madre, les recomiendo que se valoren y se gratifiquen amándose como son, alegrándose por todo lo que pudieron aprender del rol hasta el momento (con sus aciertos y errores); porque de eso se trata: de amar el aprendizaje permanente que implica criar a los hijos, aceptando el proceso con responsabilidad y amor, por sobre todas las cosas.  

Que puedan activar una mirada más comprensiva y amorosa hacia sus propias madres, contemplarlas desde sus posibilidades, limitaciones y circunstancias; sintiéndose pares. Eso es fundamental para sanar la historia personal,  los afectos y transmitir el calor del acogimiento y del cuidado con todo lo que implica ser humano. 

Se sabe que las demandas de un hijo son muchas; pero les dejo unas coordenadas simples y prácticas que pueden resultar suficientes como únicos mojones en el camino que se emprende con la experiencia de ser madre: 

·         No mentirse ni mentirles nunca, no importa si es un mínimo detalle cotidiano o una gran adversidad: la verdad debe ser asumida y dicha siempre.

·         Mostrar los sentimientos y tratar de explicitarlos.

·         Hacerse responsable y hacerlos responsables: no tapar los propios errores ni intentar velar los de ellos.

·         Los hijos aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice, con lo cual es trascendental que vean coherencia e integridad en la conducta general de sus padres.

Ésta es la única responsabilidad que tenemos todos con nosotros mismos, en beneficio de la existencia, la humanidad, la sociedad, nuestros grupos de pertenencia, y por supuesto, los hijos.

Desarrollen espíritus fuertes y confíen en ustedes mismas, desde allí sean naturalmente madres y pasen un muy feliz día!!!