Cuando llega el invierno es difícil cumplir con una rutina de ejercicios, pero no sólo la actividad física ayuda a mantener el peso ideal sino también a combatir la depresión y el trastorno afectivo estacional durante esos días más fríos y más oscuros.
Aún así, sentirse motivada para hacerlo puede ser un obstáculo, pero con perseverancia y con la ayuda de estos consejos se puede lograr estar activa y, de esa manera, más saludable tanto física como emocionalmente.
Programá los ejercicios
Agendar los días que se realizará la rutina de ejercicios va a servir para darlo por hecho y dejar el “si tengo tiempo” de lado. Incluso anotar qué ejercicios se harán va a darnos mayores resultados.
Participá de desafíos
Si concurrís al gimnasio probá diferentes desafíos o asistí a un programa semanal ya que el tener un objetivo sirve para estar más motivada a continuar.
Dejá cartelitos con motivaciones
Usar emociones pasadas, buenas o malas, para inspirar acciones futuras. Dejar cartelitos en el espejo para motivarte y recordarte cómo te sentís cada vez que vas superando tus logros.
Comenzar/Ir
Comenzar los ejercicios en tu casa, salir a correr o ir al gimnasio es la parte más difícil pero hay que proponérselo y hacerlo a pesar de nuestro desgano o de los planes que surgen y que queremos estar presentes. Pensá que no solo te sentís mejor cuando terminás el entrenamiento, sino que, al mantenerte en el rumbo de la rutina es menos probable que te retires en futuras sesiones de ejercicio.
Tan sólo 30 minutos al día de actividad física ayudan a que tu cuerpo y tu salud estén más saludables y gracias a eso cambia tu energía y tu estado anímico. No dejes que el invierno te acobarde.