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Dom, Abr

¿Cómo ganarle al estres de fin de año?

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 En diciembre aumenta la presión laboral por terminar proyectos y alcanzar metas. Se suma la presión social y económica de organizar reuniones con familiares y amigos. Se modifican los hábitos de sueño, alimentación y de organización cotidiana. Es entonces cuando aparece esa sensación de cansancio físico y mental extra, así como la percepción de que las circunstancias sobrepasan los recursos.

 

Para poder navegar esta etapa con un poco más de serenidad, el Dr. Miguel C. Sangiovanni, Magister en Hipertensión Arterial y Mecánica Vascular de DIM CENTROS DE SALUD brinda herramientas y consejos para enfrentar todo esto. Pero, además, clasifica y explica los tipos de estrés (crónico y agudo), para poder identificarlos y lograr transitar positivamente el estrés de fin de año.

¿Qué es el estrés?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al fenómeno del estrés como las reacciones fisiológicas que en su conjunto preparan al organismo para la acción. Considerado desde este punto de vista, el estrés sería una alarma, un estímulo que conduce a la acción, una respuesta necesaria para la supervivencia, respuesta que puede ser coherente con las demandas del entorno, o bien, insuficientes o exageradas. Cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo humano y provoca la aparición de enfermedades y anomalías patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento del cuerpo humano.

La importancia de registrar que estamos estresados

El primer paso es registrar y reconocer posibles picos de estrés, especialmente el de fin de año. Reconocido como una serie de reacciones físicas, emocionales y psicológicas que generan la aparición de trastornos generales o específicos del cuerpo y de la mente, y que causan diferentes afecciones de la salud - el estrés está presente de forma casi habitual en la actualidad y se manifiesta aún más cuando se cierran varios ciclos en forma simultánea. Estas manifestaciones suelen ser de tipo cardiovasculares, psicológicas e incluso producir significativas alteraciones de peso.

Organización, alimentación, descanso y actividad física

Para evitar sobrepasarse, el profesional recomienda organizarse de tal manera que dentro de las actividades haya tiempo para el ocio y la meditación, porque esto contribuye a generar una sensación de paz que se antepone al cansancio habitual que caracteriza al estrés.

Otro de los factores generadores de estrés es el afán de cuidar la alimentación, ya que en las fiestas son comunes las comidas poco habituales en la dieta diaria y es fundamental tomar conciencia de la importancia de disfrutarlas en su justa medida, evitando los excesos. Se recomienda observar los colores y sentir los aromas, texturas y temperaturas, además de los sabores.

Además, respetar las horas recomendadas para el descanso con un patrón de sueño estable y evitar el sedentarismo, realizando actividades físicas. Esto completa las claves que ayudan a mantener lejos el estrés de fin de año.

Tipos de estrés

Por un lado, tenemos un tipo que podríamos llamar "fisiológico” o Estrés Agudo. Un mecanismo adaptativo a situaciones bien definidas. En esta situación nuestro organismo libera hormonas que hacen que el cerebro esté más alerta, haciendo que los músculos se tensionen y aumente el pulso y la presión arterial. A corto plazo, estas reacciones son favorables porque ayudan a manejar la situación que causa el estrés. Esta es la manera que el cuerpo se protege a sí mismo.

Luego, tenemos el Estrés Crónico que dura por un período de tiempo prolongado. De esta forma estas alteraciones hormonales al ser permanentes favorecen trastornos tanto psicológicos como físicos y también inmunológicos (nuestro sistema de defensa) provocando enfermedades tales como: hipertensión arterial, infartos cerebrovasculares, diabetes, obesidad, depresión, ansiedad. Problemas de la piel (como acné o eczema), desórdenes menstruales e inclusive cáncer.

La lista es extensa y continúa con diarrea o estreñimiento, mala memoria, dolores de cabeza, falta de energía o concentración. Problemas sexuales, cuello o mandíbula rígidos, cansancio generalizado, problemas para dormir o dormir demasiado. Malestares gástricos, uso de alcohol o drogas para relajarse, pérdida o aumento de peso y dolores y trastornos generalizados, entre muchos más.

Consejo saludable: No todo debe resolverse en fin de año

La idea constante que todo debe realizarse antes del fin de año genera la sensación equivocada de que no alcanza el tiempo, despertando un estado de alerta en el organismo que incrementa la sensación de cansancio extremo. Al registrarse esa sensación, lo aconsejable para mantener la salud es establecer las prioridades determinando lo que realmente es necesario hacer en ese momento y ser flexibles en la realización de las actividades que son opcionales.

Otro recurso importante es aprovechar los períodos de descanso para planificar actividades al aire libre, independientemente de que se programe o no un viaje. Siempre es recomendable establecer más contacto con la naturaleza; realizar actividad física y programar actividades y metas para el año próximo.

En resumen, intentar lograr tomar el mando de nuestra vida y que el vértigo social no nos empuje a una vida sin rumbo ni sentido. Quizás estos consejos parezcan utópicos pero los verdaderos cambios se generan desde una mismo con interés, toma de conciencia y planificación.