¡Disfrutamos de todo lo lindo que nos da el verano y ahora nos toca poner en forma nuestra piel que nos protegió durante toda la temporada!
Hay que empezar por afinar la capa córnea: es la capa más externa de la piel, encargada de protegernos de los rayos uv, del viento fuerte, del cloro de la pileta, de la contaminación e, incluso, de la luz visible. Cuanto más agredida esté la piel más se engrosa y, por lo tanto, menos permeable se encuentra a la hora de aplicarnos las cremas y permitir que penetren todos los principios activos que nos van a ayudar a restaurar la piel.
Pero ¿cómo se afina? Tenemos a nuestra disposición diferentes técnicas, entre ellas:
-Dermaplaning; este es un peeling físico que se realiza con un bisturí, siempre en manos expertas.
-Peeling químico: se realiza con ácidos, como por ejemplo ácido mandélico, acido glicólico, acido salicílico, etc., cada uno cumple una función específica en la dermis.
- Peeling enzimático: se usa para pieles más sensibles.
Una vez que tenemos la piel permeable, seguimos con la hidratación de la dermis. Se puede realizar a través de microinyecciones con ácido hialurónico de baja densidad que nutre e hidrata la piel en profundidad, generando una piel más suave, más tersa y luminosa.
Además, podemos incorporar a la piel a través de la misma técnica, factores de crecimiento que estimulan la producción de colágeno y elastina, mejorando la elasticidad y la estructura de la piel.
Luego seguimos con la eliminación de las manchas ocasionadas por el depósito la melanina, activada por la radiación solar a la cual nos vimos expuestas todo el verano. En función de la profundidad en la cual se encuentre el pigmento, vamos a elegir el tratamiento más específico.
-Para las manchas más superficiales van a funcionar las cremas despigmentantes a base de ácido glicólico, acido tranexámico, retinol, vitamina C y melatonina.
-Para las manchas más profundas los láseres como el Q-Switched o la luz pulsada van a ser la mejor opción.
-En el caso de aquellas pieles más arrugadas y castigadas por la exposición solar crónica, el láser de co2 es, sin dudas, el que mejor impacto tendrá a la hora de recuperar esa piel.
Además, es imprescindible realizar una rutina de skincare por la mañana y por la noche que cuente con:
-Una limpieza para eliminar todos los detritus de la piel y toda la suciedad que se deposita.
-Un renovador cutáneo como pueden ser los ácidos (retinol, retinoico, glicólico, mandélico, etc.) o la enzima colagenasa
-Un antioxidante (vitamina C, vitamina E, melatonina) que son "escudos" en nuestra piel para prevenir el daño de los radicales libres, principales causantes del envejecimiento prematuro.
-Una crema humectante que le dé el confort que la piel necesita para evitar la resequedad
-Y, por último, pero no menos importante un protector solar factor 50 para proteger el rostro del efecto de las radiaciones uv y de la luz visible.