La piel del cuello es más frágil que la del rostro en general lo que favorece a que se presenten determinados signos de vejez más rápidamente, como la papada que se forma por acumulación de grasa y, en casos concretos, da lugar a un pliegue en el medio originando un doble mentón.
También, puede ocurrir que adelgacemos bastante de forma brusca y se produzca un descolgamiento en la zona. La papada está presente en personas mayores, ya que con el tiempo la piel pierde elasticidad y la flacidez se manifiesta de esta manera. Se forman pliegues debajo del mentón y del cuello, dando lugar a lo que se conoce como "cuello de gallo".
La herencia o la forma del rostro juegan un papel importante, ya que quienes presentan un cuello largo y una mandíbula muy marcada suelen tener propensión a tener papada, aunque no es genérico.
Opciones estéticas
El auge de las selfies ha hecho que cada vez más personas consulten por tratamientos para reducir la papada. La ambición por parecer unos años más joven ante la pantalla, ha generado la obsesión por la imagen corporal y especialmente por el aspecto de la cara.
La medicina estética nos ofrece múltiples opciones para mejorar el cuello. La gama es muy amplia: radiofrecuencia, mesoterapia o láser lipolítico son alternativas de tratamiento. También hay un método que se aplica mediante una inyección con péptidos y ácido hialurónico que por un lado elimina la grasa localizada y por otra estira la piel de alrededor, dándole más firmeza.
La hidroxiapatita de calcio (CaHA) es una sustancia de origen natural que ha sido aprobada por la FDA para su uso en una variedad de rellenos dérmicos. Aunque la hidroxiapatita de calcio se produce biosintéticamente, está presente de forma natural en el esmalte y las células óseas de los seres humanos.
Hifu tecnología no invasiva para el rejuvenecimiento y flacidez de la piel. Es indicado para adiposidad localizada y para reducir la dilatación del poro. Genera un efecto lifting ayudando además a definir el contorno facial. Se puede tratar rostro completo, papada y cuello.
Dentro de la medicina estética, podemos encontrar como alternativa para corregir la papada los hilos tensores que pueden elevar los pómulos y el arco mandibular. La incisión para introducirlos es mínima, pero provocan un estiramiento de la zona.
Cada vez hay más opciones estéticas y menos invasivas para tratar el cuello, pero siempre debemos tener en cuenta que en estos casos los tratamientos se han de repetir cada cierto tiempo, ya que se trata de opciones que no son definitivas.
Dentro de las cirugías plásticas, destaca el lifting cervicofacial que se puede practicar de forma independiente o junto al lifting facial, suele ser lo más habitual para conseguir una mayor armonía en el conjunto del rostro y cuello. Esta técnica se puede aplicar a personas mayores de 60 años al igual que a pacientes más jóvenes. Con este procedimiento se tensan los músculos de la zona, se elimina el exceso de grasa y se redistribuye la piel sobrante del cuello.
El sistema empleado dependerá del especialista y del diagnóstico y la causa de la papada, pero lo más común es realizar una incisión detrás de la barbilla. En cuanto a la grasa se extrae de diferentes maneras, la liposucción localizada es una de ellas. A continuación, los músculos subyacentes se estiran y la piel que sobra se extirpa.
Cuidados del cuello
De forma complementaria a estos tratamientos podemos hacer ejercicios del cuello para fortalecer la musculatura. Estos consisten en moverlo hacia abajo, a la atura del pecho, varias veces, y en hacer el movimiento contrario, es decir, echarlo hacia atrás, y después volver a la posición normal, durante unas 15 veces.
Junto a esos ejercicios se pueden adoptar otros hábitos de cuidados. El cuello siempre es uno de los grandes olvidados en las rutinas de la hidratación de la piel. Por ello, es aconsejable que al aplicarnos la crema hidratante en el rostro la extendamos y la llevemos hasta el cuello también.
No olvidemos que esta es una de las partes que más rayos solares recibe, por lo que deberemos usar fotoprotector cuando la vayamos a exponer. Además la consulta médica es imprescindible para afrontar cualquier tratamiento.