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Mar, Oct

9 de septiembre - Día Latinoamericano de la Epilepsia

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La epilepsia es un cuadro neurológico que se desarrolla por una alteración en la actividad del cerebro y que se manifiesta con convulsiones que pueden ser recurrentes y en los casos más graves, llevar a cuadros de inconsciencia. El abordaje de esta patología crónica requiere un diagnóstico a tiempo y el acceso a los tratamientos que mejor se ajusten a cada paciente, dos puntos que muchas veces entran en tensión en los sistemas de salud de Latinoamérica.

 

 

 "En pediatría la epilepsia tiene un impacto muy importante, en función de la cantidad de casos de recién nacidos, lactantes, niños y adolescentes. Esto genera la necesidad de una exhaustiva evaluación clínica y de estudios para identificar el tipo de epilepsia y su causa, así como para analizar la posibilidad de condiciones asociadas relacionadas con el desarrollo, la participación en actividades educativas, recreativas y sociales. Los factores biológicos, psicológicos, familiares y sociales habitualmente afectan el bienestar y la calidad de vida de los pacientes y sus familiares", explica el médico pediatra Alfredo Cerisola, subespecialista en Neuropediatría y profesor agregado de la Unidad Académica de Neuropediatría de la Facultad de Medicina de la UDELAR, en Uruguay.

 

El doctor Cerisola explica que, en base a la información descrita a nivel mundial, los tipos más frecuentes van desde epilepsias autolimitadas (las más comunes en la edad escolar) hasta encefalopatías epilépticas y del desarrollo, en las cuales el impacto en el crecimiento y el funcionamiento neurológico es mayor.

 

Las dificultades surgen cuando los pacientes necesitan acceder a estudios más específicos como unidades de monitoreo electroencefalográfico, polisomnografías, estudios genéticos y metabólicos) o a los tratamientos antiepilépticos que no están disponibles o que no son obligatorios. En toda Latinoamérica el acceso a la atención en salud es muy heterogéneo, con centros de muy alto nivel y otras áreas con grandes carencias básicas.  

 

Las novedades en tratamientos

 

En cuanto a los avances médicos vinculados al diagnóstico y tratamiento de la epilepsia, los especialistas destacan la posibilidad de realizar estudios genéticos, que brindan información de gran utilidad sobre el origen de la patología. "Nos permiten acercarnos a una medicina de precisión y a un abordaje adecuado. También los estudios de neuroimagen nos aportan mayor claridad en aquellas epilepsias de difícil manejo", dice el doctor Peralta.

 

Uno de los desafíos es cómo abordar aquellos casos que no responden a los tratamientos tradicionales, que forman parte de las epilepsias refractarias. Representan un número considerable: el 30% de los pacientes no responde a las terapias, incluso cuando se les recetan dos de los fármacos antiepilépticos conocidos en dosis adecuadas. El cannabidiol -el cannabis farmacéutico de uso medicinal- constituye una de las últimas novedades. 

 

"El cannabidiol se posicionó como un fármaco antiepiléptico especialmente indicado en encefalopatías epilépticas y del desarrollo, donde se ha demostrado su eficacia a partir de ensayos clínicos controlados que han aportado evidencias científicas muy importantes. En particular, ha sido demostrada para Síndrome de Dravet, Complejo de Esclerosis Tuberosa y CDKL5, entre otras. Sin embargo, es importante disponer del mismo para el tratamiento de otras encefalopatías epilépticas y del desarrollo donde las alternativas terapéuticas son muy escasas o nulas", pide el doctor Cerisola.

 

En la Argentina, el primer derivado del cannabis que fue aprobado como producto farmacéutico es Convupidiol, del laboratorio Alef Medical. Está indicado como tratamiento complementario de convulsiones asociadas con el síndrome de Lennox-Gastaut (LGS), el síndrome de Dravet (DS) en pacientes desde los dos años de edad y la epilepsia secundaria a esclerosis tuberosa a partir de un año de edad. Cuenta con el aval del ANMAT y es el único producto farmacéutico en el mercado en utilizar CBD farmacéutico y no fitoterapéutico, con trazabilidad y buenas prácticas de manufactura.

 

Desafíos a futuro

 

Las cuentas pendientes en la región están centradas en el desarrollo de políticas de salud que permitan sortear las dificultades para acceder a técnicas de diagnóstico y a tratamientos específicos y que garanticen que se cumplan los derechos que los pacientes tienen previstos en las legislaciones de cada país. "Asimismo, hay desafíos en relación a la educación para la salud, para disminuir el impacto psicosocial de la epilepsia, que la ubica como la enfermedad que genera mayor estigma social", explica Cerisola.

 

El tratamiento oportuno y adecuado es clave para poder lograr el mejor control posible de las crisis, con el menor impacto en su calidad de vida. "Las perspectivas cambian rápidamente con un tratamiento y abordaje adecuado y a tiempo, sobre todo en aquellos pacientes pediátricos donde nos permite una franca mejoría en aspectos del neurodesarrollo y cognición", concluye el doctor Juan Martín Peralta (MP 2146), especialista en Neuropediatría del Instituto de Diagnóstico Infantil del Hospital Italiano de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires.

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