Depilación en pieles bronceadas

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 La nueva tecnología láser permite que mujeres y hombres no abandonen su tratamiento de depilación definitiva en verano o, lo que es mejor aún, que lo puedan iniciar en él. Los  equipamientos ofrecen soluciones para todo tipo de piel, incluso para las recién bronceadas.

Muchas personas deciden posponer el tratamiento en verano porque creen que estarán imposibilitadas de tomar sol o porque piensan que los resultados visibles se obtienen al cabo de 8 ó 10 sesiones. Con las técnicas modernas no hay que perder tiempo para iniciar el método, incluso se puede empezar en pleno verano.  

En la mayoría de los casos, en la primera sesión, la caída del pelo es muy significativa (casi un 50%), y crece más fino y mucho más lento, con lo cual con un simple mantenimiento de rasurado o crema depilatoria entre sesión y sesión, se podrá lucir un cavado o las axilas sin vello, de manera simple e indolora, por más tiempo y sin enrojecimientos. 

Para las pieles bronceadas y oscuras lo innovador es el láser Synchro, que por sus características evita la irritación de la piel y ataca el folículo piloso con mayor potencia. 

 

Esta nueva tecnología láser, de origen italiano llamada Synchroplatform, actúa sobre todo tipo de pieles, claras y oscuras, obtiene un mejor efecto sobre la fototermólisis selectiva, es decir, que va directo al folículo piloso (la raíz del pelo) eludiendo el componente epidérmico, sin dañar la piel y sin provocar ningún tipo de molestias en los pacientes.  

Otra novedad es la incorporación de frío durante el tratamiento. Ésta  aplicación de frío mientras actúa el láser, reduce la inflamación local, lo vuelve completamente indoloro, rápido y confortable, permitiendo una rápida recuperación de la paciente sin que abandone ni interrumpa sus actividades cotidianas luego de cada sesión. 

Los avances tecnológicos y la combinación de diferentes láser, no sólo permiten determinar cuál es el tratamiento más efectivo según la zona a tratar, la edad, el sexo y la genética de cada una; además ofrecen mayores variantes, pues, a medida que avanzan las sesiones, el médico puede optar por una de las técnicas o decidir combinar varias en los procesos más rebeldes. 

Los resultados son muy evidentes: mayor penetración, mejor efecto sobre la depilación y sobre todo con muy poca influencia sobre la piel. Al mejorarle la longitud de onda y obtener una mayor potencia, se obtienen los resultados esperados en una menor cantidad de sesiones. A su vez, con cada aplicación del láser se produce una mayor pérdida de pelo y provoca menor incidencia de efectos secundarios sobre la piel. 

En ciertas ocasiones, podían surgir efectos de crostas, ampollas, enrojecimientos y posibilidad de manchado, generando un período mayor de espera entre sesión y sesión. Ésto impedía que las pacientes en tratamiento expusieran la zona depilada o que se le prohibiera tomar sol durante un determinado período de tiempo.

 

 

Siempre que no haya contraindicaciones, que el médico va a detectar a través de una historia clínica y un diagnóstico previo, los tratamientos de depilación definitiva pueden utilizarse tanto en hombres como en mujeres, con pieles claras u oscuras, y aún en pieles bronceadas.

Las sesiones necesarias para acabar con el vello van a depender de la zona a tratar, del tipo de pelo (es más rápido cuanto más oscuro es), de su resistencia, de los factores hormonales, la edad y el sexo.  

Dentro de la normalidad estamos en un promedio de 8 sesiones, con una caída muy significativa en las 3 primeras. En la mayoría de los casos, en la sesión inicial, puede removerse hasta el 50%  del vello y en las dos siguientes hasta el 75%, y luego debe continuarse con las restantes sesiones en períodos más largos en frecuencia. 

El tiempo entre cada sesión en las primeras 3, y dependiendo de la zona a tratar, aproximadamente cada 30 días. Luego, se evalúa la respuesta y probablemente se espacían más. 

La zona de la cara o del cuerpo que resulta más rebelde para trabajar con láser es el mentón y el labio superior, porque normalmente tienen una gran cantidad de folículos, de inserción profunda y cuestan más sacarlos. Asimismo, la aparición de vellos en estas zonas responde a cuestiones hormonales que suma mayor resistencia a la hora de eliminarlos definitivamente. De todos modos, los resultados son muy buenos al finalizar el tratamiento. 

Apenas se efectúa la aplicación puede notarse algún enrojecimiento de la zona tratada, que desaparece en unas horas, sin ningún tipo de molestias. También depende del tipo de láser que se esté usando, algunos tienen mayor incidencia en la piel, pero es siempre transitoria. 

Hoy en día se discute si es totalmente definitiva este tipo de depilación, lo que sí es cierto, es que no vuelve todo el vello, ni con la misma calidad. Algunas pacientes necesitan algún retoque al cabo de tres o cuatro años. Y es importante saber que en caso de problemas hormonales, pueden volver a estimularse nuevos folículos.