La salud mental tiene que abordarse en las políticas de salud públicas y dejar de ser un tema tabú para quienes tienen algún problema que puede conllevar graves inconvenientes en la calidad de vida de las personas. Por eso, cada 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión con el fin de tomar conciencia y de darle la importancia que se merece. Reconocer los síntomas a tiempo y buscar ayuda profesional son pasos fundamentales para enfrentar este problema global.
Factores de riesgo
-Situaciones traumáticas, como el maltrato físico o psicológico, el abuso sexual y la pérdida de seres queridos
-Antecedentes familiares de trastornos del estado de ánimo
-Consumo de sustancias tóxicas como el alcohol
-Comorbilidades con otros trastornos mentales.
-Condiciones sociales adversas, como la falta de recursos económicos y redes de apoyo.
La clave: el diagnóstico precoz
Para la Lic. Liliana Acuña, psicóloga de Boreal Salud (MP 4379): “El diagnóstico precoz es un elemento esencial para abordar la depresión de manera efectiva. Detectarla en sus primeras etapas permite evitar que se convierta en un problema crónico o recurrente, impactando negativamente la vida cotidiana. Si se identifica a tiempo, es posible implementar estrategias terapéuticas que restauren el bienestar emocional y mejoren la capacidad de la persona para desenvolverse en sus actividades diarias. La atención oportuna es clave para reducir el sufrimiento y las complicaciones asociadas.”
Principales señales de alerta de la depresión:
-Estado de ánimo depresivo la mayor parte del tiempo, casi cada día. En los niños y adolescentes puede ser irritabilidad.
-Pérdida de interés o placer en actividades habituales.
-Cambios significativos en peso, apetito o patrones de sueño como insomnio o hipersomnia.
-Sentimientos de inutilidad, culpa excesiva o dificultad para concentrarse.
-Pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida.
Medidas de prevención
-Mantener rutinas diarias saludables, practicar actividad física, expresar las emociones y fomentar el apoyo social.
-Evitar consumo de alcohol y drogas, regular el estrés y cuidar la alimentación.
-Marcarse objetivos realistas
-Conectar con la naturaleza o con prácticas espirituales
-Cuidar la autoestima y la autoconfianza
“El tratamiento de la depresión se adapta a la severidad del caso y las necesidades de la persona. En casos leves, la psicoterapia de orientación cognitivo-conductual, gestáltica o psicoanalítica suele ser suficiente. Sin embargo, en cuadros moderados o graves, se combinan terapias psicológicas con intervención psiquiátrica, incluyendo medicación y, en casos extremos, hospitalización. El objetivo es lograr la remisión de los síntomas y la recuperación del funcionamiento integral del individuo en todos sus ámbitos,” agregó la especialista de Boreal Salud.
Garantizar el acceso a servicios de salud mental de calidad es esencial para combatir la depresión de manera efectiva. Esto requiere programas integrales que incluyan prevención, diagnóstico precoz, tratamiento oportuno y rehabilitación. Un enfoque interdisciplinario y transdisciplinario permite abordar al ser humano desde una perspectiva integral, promoviendo su bienestar biopsicosocial.
Invertir en salud mental es una prioridad para mejorar la calidad de vida de las personas y construir sociedades más saludables y resilientes.