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Dom, Nov

Día de la Familia: pequeños gestos que nutren grandes vínculos

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 El Día Internacional de la Familia, celebrado el 15 de mayo, es una oportunidad para fortalecer los lazos afectivos y para promover hábitos saludables en casa. “Los buenos hábitos se pueden aprender y enseñar a través de experiencias positivas y ejemplos dentro del hogar, especialmente cuando se trata de alimentación”, señala la nutricionista Talía Pinto, miembro del Consejo Consultivo de Nutrición de Herbalife.

 

Para ayudarte en esta misión con los más chicos, compartimos ideas creativas para motivarlos a comer mejor:

Dejá que los chicos cocinen: involucrarlos en la preparación de las comidas despierta el interés por los alimentos y ayuda a que acepten mejor los vegetales. Podés dejar que elijan un ingrediente, laven hojas o frutas, o que armen su propio plato porque ese contacto con los alimentos es clave.

Inventá un día del color en la comida: se elige un color y se preparan juntos platos con alimentos naturales de ese tono — por ejemplo, verde (brócoli, palta, kiwi) o naranja (zanahoria, mango, calabaza). Ponerle un nombre a la actividad como misión arcoíris o superpoder verde hace todo más divertido. Los chicos pueden participar desde la elección de los ingredientes hasta la preparación. Al final, pueden charlar sobre lo que más les gustó y hasta dibujar sus alimentos favoritos. El juego enseña, conecta y amplía la variedad de alimentos en el menú de forma natural y sin presiones.

-Convertí la frutera en una obra de arte: poné una frutera a la vista, bien colorida y con formas distintas. Dejá que los chicos decoren con cartelitos, stickers o nombres creativos para cada fruta, eso despierta la curiosidad y aumenta las chances que elijan alguna por iniciativa propia.

-Poné nombre a los vegetales: el brócoli se convierte en árbol mágico, la remolacha en corazón de dragón. Crear personajes e historias con los alimentos es una forma lúdica de acercar a los chicos a los sabores naturales y hacerlos sentir parte del proceso.

-Cultivá plantas con tus hijos: en macetas pequeñas, podés armar una mini huerta con menta, albahaca o cebollín. Eso les enseña de dónde viene la comida y despierta el interés por platos con sabor natural y casero.

-Evitá premiar con comida: cambiar verduras por postres como recompensa puede generar una mala relación con la comida. Es mejor elogiar el esfuerzo o proponer paseos y juegos como premio.

-Apagá las pantallas a la hora de comer: es importante que los chicos presten atención a lo que están comiendo, aprendan a reconocer la saciedad y disfruten del momento en familia. Siempre que se pueda, sentarse a la mesa sin TV, celulares ni tablets hace la diferencia. Es un gesto simple que crea recuerdos afectivos y fortalece el vínculo con la comida y con las personas que queremos.