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Mié, Jul

¿Cómo cuidarte de intoxicaciones alimentarias?

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La seguridad alimentaria es un tema serio. Una comida puede arruinar una fiesta divertida o incluso un momento de descanso. Los efectos van desde molestias leves como náuseas, vómitos o diarrea, hasta cuadros más graves que requieren atención hospitalaria. “Eso suele pasar por la contaminación con bacterias que se multiplican rápido y vuelven los alimentos peligrosos para el consumo”, alerta la nutricionista y Magíster en Nutrición Ana Cristina Gutiérrez, miembro del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife.

 

 

 Para evitar situaciones así, la nutricionista comparte algunas recomendaciones para conservar bien los alimentos y cuidar tu salud. 

-Higiene y manipulación: lavarse bien las manos, utensilios y superficies, antes y después de cocinar. Este hábito tan simple evita la contaminación cruzada entre ingredientes crudos y los que ya están cocidos o listos para servir. No olvidarse de lavar las frutas y verduras con agua corriente y dejarlas en remojo con unas gotas de hipoclorito apto para sanitizar alimentos.

-Temperatura correcta: lo caliente, bien caliente y lo frío, bien frío. Las bajas temperaturas frenan a las bacterias y una buena cocción las elimina. Si se va a llevar carne cruda para un asado, mantenerla en una hielera con hielo. Mejor si ya está sazonada y bien sellada, lejos de los productos ya listos para evitar contaminaciones. Verificar que la carne esté bien cocida, sobre todo si tiene hueso ya que muchas veces se ve lista por fuera, pero adentro todavía está cruda. Una vez que el pescado, pollo o carne estén listos, no hay que volver a poner en la salsa o adobo que se usó cuando estaban crudos. Ahí pueden quedar bacterias peligrosas.

-Conservación y sobras: No dejar la comida enfriando sobre la cocina o la mesa, guardar las sobras en recipientes y llevarlas al refrigerador, al congelador o a una hielera con bolsas de hielo. “Dos horas es el tiempo máximo que los alimentos pueden estar a temperatura ambiente después de cocidos. Si hace mucho calor (más de 32 °C), ese tiempo baja a una hora”, explica Gutiérrez. Usar recipientes bajos (no más de dos dedos de profundidad) para que la comida se enfríe de manera más rápida y pareja. Consumir las sobras rápidamente o congelarlas. Eligir bien el recipiente donde se guarda la comida. El vidrio es ideal: fácil de limpiar, no tóxico y más sustentable. Si se usa plástico, asegurarse que esté libre de bisfenol A (BPA). No usar envases viejos, rayados o dañados.

-Cuidado con comidas delicadas: tener más precaución con comidas líquidas o hechas con leche y derivados como estofados, strogonoff o salsas blancas. Se echan a perder más rápido porque el medio líquido favorece el crecimiento bacteriano.

-Si se come fuera: fijarse bien dónde se está comiendo. Buscar lugares limpios, que el personal use cofia, guantes, y donde la comida esté bien conservada. En los buffets, asegurarse que los platos estén a la temperatura correcta. Lo que queda muchas horas fuera del frío o calor adecuado puede ser un riesgo, concluye la especialista.

La seguridad alimentaria empieza en casa. Prestar atención a la higiene, la temperatura y la correcta conservación de los alimentos no es solo una cuestión de cuidado personal, sino una forma concreta de proteger a quienes comparten la mesa con nosotros..