Para saber con qué zapatos andamos, no siempre hace falta mirar nuestros pies, a veces alcanza con pararnos frente al espejo y observar nuestro rostro. Porque cuando los zapatos nos quedan chicos, nos duele la vida.
Durante años, muchas personas hemos aprendido a naturalizar ese dolor. A decir “es lo que me tocó”, o “podría ser peor”. Pero, ¿y si lo que necesitamos no es aguantar, sino elegir mejor? ¿Y si nos merecemos una vida más amplia, vivida desde nuestra abundancia y no desde la resignación?
Vivir en plenitud es vivir en libertad. Y eso empieza por tomar una decisión: dejar de forzar lo que aprieta, y calzarnos los zapatos correctos. Es decir, aquellos que nos conectan con la medida exacta de nuestra grandeza.
Sea cual sea tu camino, anímate a habitar tu grandeza. El mundo necesita tu verdad. Y vivir desde ahí es un acto de amor propio.
Seis claves para salir de la zona de confort:
-Fijá metas claras: empezá por objetivos pequeños, realistas, que te motiven a dar el primer paso. Los grandes logros no nacen de lo inalcanzable, sino de lo posible.
-Liderá tu miedo: la inseguridad no se elimina, se atraviesa. Elegí pensamientos que te impulsen y hacé espacio para lo simple: caminar, respirar, mirar el cielo. El cuerpo libera lo que la mente no puede.
-Elegí lo posible, no lo perfecto: la perfección muchas veces paraliza. En cambio, trabajar con calidad, oportunidad y compromiso nos permite avanzar sin miedo a equivocarnos.
-Tenete paciencia: estamos aprendiendo algo nuevo. Visualizar un refugio interno o conectar con la naturaleza ayuda a sostenernos desde un lugar seguro y amoroso.
-Hacete red: rodeate de personas que te inspiren, pedí ayuda, apoyate en quienes te sumen. No tenemos que hacerlo solos.
-Confiá: en tu capacidad, en tu proceso, en el valor de lo que sos cuando te animás a moverte fuera de lo conocido.
No se trata de animarse a todo sino de animarse a algo. Y desde ahí, empezar a descubrir quiénes somos más allá de lo conocido. Andar en los zapatos correctos es un acto de justicia hacia nosotras mismas.