De acuerdo con la OMS, el cáncer de mama continúa siendo la primera causa de muerte oncológica en mujeres en el mundo, con alrededor de 670.000 defunciones al año. En este contexto, históricamente se consideró que la genética era uno de sus factores de riesgo más determinantes. Sin embargo, un estudio publicado por la Organización Panamericana de la Salud demuestra que solo entre el 5% y el 10% de los casos están relacionados con mutaciones en genes como BRCA1, BRCA2, PTEN o TP53.
"Existe el mito que la enfermedad es inevitable cuando hay un antecedente familiar directo. Por el contrario, hasta el 50% de los casos podrían prevenirse si se modifican hábitos cotidianos relacionados con la salud, lo que coloca a la prevención en el centro de la lucha contra este tipo de cáncer," señaló la Dra. Inés Diaz, Ginecóloga del CMC de Santiago del Estero de Boreal Salud (MP 2195).
Dentro de los factores de riesgo modificables más relevantes se destacan:
Obesidad y sobrepeso: podrían evitarse hasta el 20% de los casos de cáncer de mama si se aumentara la actividad física y se evitara el aumento de peso.
Consumo nocivo de alcohol: su reducción podría evitar hasta el 14% de los diagnósticos.
Inactividad física: mantenerse activo disminuye entre un 25% y un 40% el riesgo. Trotar, realizar actividad física con peso o caminar son actividades que reducen el sedentarismo, y minimizan el riesgo de diversas enfermedades.
Alimentación inadecuada: dietas pobres en frutas y verduras y ricas en grasas saturadas aumentan el riesgo.
"La detección temprana es un complemento indispensable de la prevención y constituye uno de los factores más decisivos para salvar vidas. Consultas médicas periódicas, autoexploración mamaria y mamografías realizadas en la edad y frecuencia recomendadas permiten identificar alteraciones en fases iniciales, cuando las probabilidades de éxito en el tratamiento son mucho mayores. La detección temprana no solo reduce la mortalidad, sino que también mejora la calidad de vida de las pacientes al permitir intervenciones menos invasivas y más efectivas," agregaron desde Boreal Salud.
Sin duda, la prevención implica mucho más que cambios individuales. Se requiere una asistencia médica regular y programas de concientización social que acerquen información clara y confiable a la población.
La prevención salva vidas, si bien los avances médicos en detección y tratamiento son vitales, es el compromiso con un estilo de vida saludable lo que puede evitar miles de diagnósticos cada año.