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Jue, Abr

Asma. Tomar conciencia

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El 1° de mayo fue el Día Internacional del Asma, fecha pensada para tomar conciencia de la enfermedad y para que haya  un mayor control de la misma.

¿Qué es el asma, cuáles son sus síntomas y qué tipo de tratamiento necesita?

 

El asma es una enfermedad crónica de las vías aéreas. Se caracteriza por una inflamación de las paredes internas de los conductos por los que circula el aire que entra y sale de los pulmones, lo que hace que estén hinchados y muy sensibles, y tiendan a reaccionar exageradamente ante la presencia de ciertas sustancias que se inhalan. Por ello los músculos que rodean las vías respiratorias se contraen, obstruyendo aún más la llegada de aire a los pulmones y causando síntomas como sibilancias (silbidos al respirar), presión en el pecho, dificultad para respirar y tos.

Suele ser diagnosticado en forma clínica a partir de la presencia de sus síntomas y se confirma mediante pruebas de función pulmonar y medición de óxido nítrico en aire exhalado. A su vez, se evalúa la historia familiar de síntomas de asma o de otras afecciones alérgicas, y la ocurrencia de señales desencadenados tras la exposición a sustancias alergénicas, así como su posible variabilidad estacional. 

Aunque el examen físico puede ser normal, ya que los síntomas del asma son variables, al auscultar al paciente, el médico puede escuchar la presencia de sibilancias. La evaluación de la función pulmonar, a través de estudios como la espirometría, permite cuantificar la limitación respiratoria y su reversibilidad, por lo que es el método recomendado para confirmar el diagnóstico de asma. Ésta debe ser complementada, si es necesario, con medidas para evaluar la reactividad y la inflamación bronquial, la condición alérgica  del paciente  así como los factores del ambiente alergénicos y polutantes  a los cuales pueda estar expuesto.  

Una mención aparte merece la detección de afecciones que acompañan al asma con mucha frecuencia como la rinitis alérgica, la cual si no es tratada adecuadamente puede limitar el adecuado control del asma.  

Se considera que el asma es causado por la interacción de factores genéticos propios del paciente junto con la exposición a distintos alérgenos, como los ácaros del polvo, y algunos hongos y pólenes que frecuentemente aumentan sus niveles atmosféricos en circunstancias de cambios de tiempo. 

La elección de los medicamentos que conforman el tratamiento en cada paciente, depende de la severidad con que se manifiesta la enfermedad. Contempla el uso de remedios de control a largo plazo y de alivio rápido o “rescate”. Estos últimos permiten contrarrestar los síntomas del asma una vez que se han manifestado pero no controlan la enfermedad, son los broncodilatadores de acción corta y los corticoides orales o inyectables. Por su parte los que son a largo plazo se utilizan en forma diaria y reducen la inflamación de las vías aéreas que causa la aparición de los síntomas del asma. 

En la actualidad, se dispone  de los antileucotrienos, de esteroides inhalados sólos o en combinación con broncodilatadores de acción larga que son  medicamentos de uso diario por vía oral, que ayudan a bloquear la inflamación de las vías respiratorias.

El control del asma es un objetivo ineludible no sólo porque lograrlo mejora la calidad de vida del paciente y reduce o elimina cualquier limitación que le pueda causar, sino también porque disminuye enormemente el riesgo de exacerbaciones o crisis y  el consiguiente  riesgo de visitas a salas de emergencia, eventuales internaciones o muerte.

Por otra parte, el riesgo de morir por asma se incrementa en los pacientes con hospitalizaciones frecuentes y se asocian a un marcado incremento de los costos directos e indirectos del asma bronquial. En Argentina la época del año donde las hospitalizaciones por asma son más frecuentes es el otoño, dado el efecto concomitante de las infecciones respiratorias virales y bacterianas sobre las vías aéreas inflamadas.

Tomemos conciencia. El control de esta enfermedad salva vidas.